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lunes, 30 de enero de 2017

¿Qué pasa en febrero?

Febrero siempre es el mes que se destina a la celebración y reconocimiento de la herencia negra en Estados Unidos. Particularmente no soy partidaria de confinar las contribuciones de un grupo a un mes, sino que me parece que estas deberían revisarse constantemente, independientemente de las ansias clasificatorias. Pero como esta labor de rescate muchas veces se queda en pretensión, es más fácil seleccionar una fecha que nos lo recuerde a todos. Mi granito de arena: cada semana, un retrato.

Canadá, por influencia estadounidense, también ha adoptado febrero para conmemorar las contribuciones de la comunidad de color. El Mes de la Herencia Negra (Black Heritage Month) salió de la mano del historiador Carter G. Woodson que desde 1926 venía celebrando la Semana de Historia Negra. 

Y no, aún no hay mes blanco. Aunque muchos, estoy segura, no le harían ascos. Quizás a esta nueva administración le parezca oportuno reforzar la retórica dominante con su implantación.

En muchas universidades, por no decir en casi todas, se celebran actividades en las que se invitan a personalidades de color de distintos campos, suele ser el literario, a dar charlas. Proyecciones sobre la esclavitud, degustaciones culinarias de la opulenta soul food o coros de música gospel son algunas de las actividades programadas.

Una de las manifestaciones artísticas que ha permitido a la comunidad de color demostrar su habilidad para reírse de sí misma es sobre el escenario, sujetando un micrófono al que le lanzan broma tras broma, barbaridades a veces, dignas del gran maestro del que ya hablé en cierta ocasión, Richard Pryor.

A Dave Chappelle, por ejemplo, lo descubrí hace unos años, mientras vivía en Ohio. A Chris Rock antes, pues ya por los 90 del siglo pasado andurreaba por los platós de Saturday Night Live.

Rock toca todos los palos, aunque son las relaciones con las mujeres y el racismo, los temas que más explora. How not to get your ass kicked by the police (Cómo hacer para que la policía no te arree) debe ser una de sus rutinas más críticas y supongo que, con las varias paradas que le hizo la policía a bordo de su Mercedes precisamente en febrero del año pasado, también será una de las más visitadas.

Driving while black (Conduciendo mientras negro), así es como se conoce a esta circunstancia. Según el Bureau of Justice Statistics, la población de color tiene un 30 % más de posibilidades de que la pare la policía que la población blanca. A pesar del amargo sabor de boca que dejan estas experiencias, su sentido del humor y su ingenio no decaen. Aquí va un ejemplo: a un par de amigos los para la policía. ¿Solución? En el video.

Esperemos que pronto Rock y otros como él puedan dedicar más tiempo a criticar a las mujeres en lugar de tener que esmerarse en talleres de supervivencia.

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