Hoy, 14 de junio, aparcamos el kit de inglés para felicitar al presidente, que es su cumple. Y, casualidad, coincide con el Día de la Bandera (Flag Day). Para celebrarlo, parece que es típico llevar los tres colores puestos, azul, blanco y rojo, y aderezarlos con banderitas de mano. Si se es trumpista seguramente convivirán con las Haz América Grande otra vez.
La festividad no se contempla a nivel federal, aunque el presidente, si se pone en sus trece, puede obligar a que se respete. Con eso de que es su cumpleaños, y, para remate, también el de la Armada, lo mismo coge pataleta. Eso sí, el discurso presidencial no faltará.
El Día de la Bandera conmemora su adopción un 14 de junio de 1777 durante el Segundo Congreso Continental. Fue el presidente Wilson, en 1916, el que instauró la celebración, aunque fue en 1946, con Truman, el que la elevara, mediante un acta del Congreso, a categoría de día nacional. Se piensa que la idea de celebrar el cumpleaños de la bandera salió en 1885 de BJ Cigrand, un profesor de escuela de Wisconsin. Aunque fue Pensilvania, en 1937, el primer estado en elevar el Día de la Bandera a categoría de festividad estatal. Aquí, en Quincy, Massachusetts, se lleva celebrando desde 1952.
¿Y por qué no es fiesta nacional?
Simplemente porque el calendario ya está lleno y esta pilla entre el Memorial Day (Día de los Caídos) a finales de mayo, y el fin del curso escolar. Y porque se supone que la festividad es un evento de carácter civil, no estatal. Y, lo más importante, porque aquí, el Día la Bandera, seguramente para muchos, no se pierda un día del calendario.
Para su cumple, Trump iba a contar con Kathy Berden, miembro del Comité Femenino del Partido Republicano. Veteranos de guerra, sin duda, y un eagle scout (máximo rango que puede alcanzar un boy scout) para que le enseñara a plegar la bandera. También le iban a endulzar el oído con canciones patrióticas. Incluso habían invitado a un inmigrante legal para que les explicara lo que la bandera representaba para él.
Y para amortizar la comilona, gran selección en prendas de vestir y accesorios listos para la venta: gorras, pegatinas, libros, pancartas para el jardín, y los tees, soportes que se clavan en la tierra para estabilizar la pelotita de golf antes de lanzarla, Made in America con y sin el motivo Trump Haz América Grande otra vez.
Por cierto, que los que quieran doble celebración ya pueden darse prisa. Será en el Best Western en Birch Run, en Michigan. ¿Y por qué en Saginaw County y no en Detroit, por ejemplo? Por un hecho histórico para los del condado. Desde 1984 no ha habido candidato republicano que se lo llevara. Trump rompió la racha: 45469 votos para él y 44295 para la Clinton.
Happy birthday, Mr. President.
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