miércoles, 30 de diciembre de 2020

¿De quién es la culpa?

Hace unos días despedían del Walter Reed National Military Medical Center al doctor James Phillips, uno de los doctores que trató al presidente de la covid-19 cuando fue ingresado en octubre. Al doctor no creo que lo hayan puesto de patitas en la calle por ser un incompetente, sino más bien por atreverse a decir que el presidente no debía ir a darse un baño de masas estando con el virus subido, obligando a su equipo a compartir trumpomóvil.  


 Cortesía de USDA ARS. 

Estados Unidos lo está pasando mal para retener médicos y enfermeras, sobre todo en las zonas rurales. Uno pudiera pensar que es porque andan cortos de personal. Pues no, no: es porque los lugareños les están haciendo la vida imposible. Y, ¿cómo es eso? La culpa es del corona. Los nativos, tan metidos ellos en política, saben de buena tinta que lo de llevar máscaras es una pamema y que los muertos son virtuales. Como sigan así, su economía a seguir el mismo camino. Desvirtuada. Y, cuando los supervivientes negacionistas que necesiten atención médica tengan que recorrerse kilómetros y kilómetros en ambulancia para que los traten y el tiempo no los llegue, entonces, solo entonces, se acordarán, si su mente se lo permite, de la locura que les trajo el corona.       

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