Y para los cowboys, hoy, una de caballos. Según el Departamento del Interior, la población de caballos sueltos en el 2019 era de unos 72000. Nevada es el estado que acapara más de la mitad, pero los caballos salvajes y los cimarrones, los que viven en estado "salvaje" pero son descendientes de caballos domésticos que trajeron los españoles, porque los autóctonos desaparecieron hace unos 10000 años, también viven en California, Utah, Wyoming, Montana, Colorado, Dakota del Sur, Tejas, Arizona y Oregón. Y los de Oregón se multiplican con bastante rapidez. Un 20% más cada año.
En la isla Assateague, una isla de 60 km que Maryland y Virginia comparten, (dos tercios pertenecen a Maryland y el restante a Virginia), también hay caballos. Los caballos assateague son caballos cimarrones que viven en ambos territorios. El Servicio de Parques Nacionales se encarga de la manada de Maryland, mientras que la Compañía de bomberos voluntarios de Chincoteague se encarga de la gestión y regulación de la de Virginia. La de Virginia cuenta con ciertas restricciones. No puede superar los 150 ejemplares adultos.
Dice la leyenda, que, estos caballos, llegaron a la costa de Virginia tras un naufragio, aunque no se han descubierto huellas de dicho naufragio. Sin embargo, los expertos creen que una razón económica se esconde tras el misterio. Y es que, los vaqueros, se asentaron en la isla a finales del siglo XVII para dar esquinazo a las leyes de cercado y evitar así el pago de impuestos sobre el ganado.
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