Pues sí que la hemos liado buena. Resulta que el prestigioso biólogo y paleontólogo de Harvard, ya fallecido, Stephen Jay Gould, estuvo manteniendo una falsedad toda su vida en su libro The Mismeasure of Man, La falsa medida del hombre, vaca sagrada del país. Según él, los prejuicios que traen los científicos obscurecen su criterio científico y no solo eso sino que, además, inconscientemente manipulan los datos.
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Para validar su afirmación, Gould acudió a Samuel George Morton, un científico del siglo XIX. En uno de sus estudios, Morton se había ocupado de medirle el cráneo húmano a distintas razas. Sus resultados los publicó en 1839, en su tratado Crania Americana. Según él, los de origen caucásico, (las mediciones las hacía llenando los cráneos con semillas), eran los que mayor cantidad de granos acaparaban. Los nativos americanos venían a continuación. Las personas de origen "etíope" eran los que menos granos admitían. En 1849 hizo otro estudio y cambió el orden y las unidades cúbicas, aunque los de origen caucásico seguían a la cabeza.
Todo este tiempo pensando que Morton empujaba los granos para aumentar la capacidad de ciertos cráneos y ahora resulta que, desde el 2011, tenemos otro estudio que nos dice que las mediciones de Morton eran correctas. Al menos, eso es lo que nos dice el prestigioso grupo de académicos que lo ha llevado a cabo. Los profesores comprobaron las mediciones que hiciera Morton en su día usando los mismos cráneos.
Y digo yo, ¿habrá otra comisión para que estudie los resultados de la comisión enviada en el 2011?
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