lunes, 30 de septiembre de 2024

Cuestión de tiempo.

Como el cambio de hora se acerca, en España se hará el 27 de octubre y en Estados Unidos el 3 de noviembre, y por aquí tenemos el Observatorio de Allegheny, marchando una de horario. El observatorio, que se levanta en 1859, es idea de tres potentados amantes de la astronomía: Josiah King, Harvey Childs y el profesor Lewis Bradley, todos vecinos de Pittsburgh. Cada uno hace una aportación económica de cien dólares y el resto lo consiguen a través de donaciones. 

El primer telescopio que adquirieron fue un telescopio refractor de 13 pulgadas. Nada mal para la época. En 1859 era el segundo más grande de Estados Unidos. Pero el telescopio no llega hasta 1861, en plena Guerra de Secesión. Tienen que esperar hasta que termina el conflicto para poder abrir, aunque el edificio está en muy mal estado y el arreglo supone un fuerte desembolso. 

La Western University of Pennsylvania, lo que hoy es la Universidad de Pittsburgh, compra el edificio gracias a la intervención del filántropo William Thaw, industrial con múltiples negocios navieros, ferroviarios y bancarios, que, con ojo de águila, se trae a Samuel Pierpont Langley, matemático, astrofísico e inventor de máquinas voladoras y de un instrumento llamado bolómetro, un dispositivo que mide la intensidad de la luz infrarroja y que sirvió para que, en 1896, el científico sueco Svante Arrhenius, investigara el fenómeno del calentamiento de la superficie de la Tierra, lo que hoy en día conocemos como efecto invernadero.

Cuando el masachusetano Langley, nació muy cerca de Boston, es nombrado director del observatorio, Thaw le dice que no hay presupuesto y que salga adelante como pueda. Es aquí cuando la genialidad de Langley entra en juego, y es que, hasta 1920, fecha en la que el gobierno asigna el servicio de dispensar la hora al Observatorio Naval de los Estados Unidos, Langley se dedicará a vender tiempo. Sí, tiempo. 

El observatorio disponía de instrumentos que permitían calcular el tiempo con gran precisión, medio segundo al mes de error, circunstancia que, al señor Thaw, metido en el negocio de los ferrocarriles, sin duda le interesaba conocer de primera mano. La Allegheny Time de Langley (La hora Allegheny) la daba un reloj maestro que, de inmediato, se distribuía a través de las líneas telegráficas. Langley enviaba la hora correcta a la costa este de América, solo en Pensilvania suponían más de 300 estaciones, estaciones que pagaban por este servicio. Unos 3400 dólares al año sacaba su observatorio por vender tiempo. Los joyeros, por cierto, también fueron clientes.

Con este sistema sin duda se evitaron infinidad de accidentes. Por aquel entonces, como nadie parecía disponer de la misma hora en sus relojes, los trenes solían esperar unos quince minutos en las vías antes de salir, no fuera que estuvieran ocupadas y se produjera el temido desastre. Finalmente, un 18 de noviembre de 1883, la industria ferroviara estadounidense instaura en el país la hora estándar ferroviaria con cinco husos horarios: la hora atlántica, la hora del este, la hora central, la hora de la montaña y la del Pacífico. Ese día se envió una señal desde el observatorio y que servía para sincronizar los relojes de los ferrocarriles estadounidenses. 

Aquí, todo magníficamente explicado. 

viernes, 27 de septiembre de 2024

Kit de inglés 404: come clean

Y le seguimos el rastro a la verdad con una expresión salida del banco demócrata y que se registra por primera vez, de manera escrita, en el Moberly Evening Democrat, de Misuri, en un ejemplar de agosto de 1904. Desgraciadamente la identidad del periodista que la puso en circulación no nos ha llegado. 

Literalmente "salir limpio" y que podríamos traducir por confesar o decir la verdad

Pronunciación de mentirijillas: "cam klin". Y la de verdad aquí, con los fantásticos Laurel y Hardy.

Esta era la frase que apareció publicada por primera vez.

“Chillicothe papers – Constitution, Democrat, Tribune – come clean. Tell the truth.”

"Los periódicos de Chillicothe, Constitución, Demócrata, Tribuna, finalmente se retractan y dicen la verdad".

jueves, 26 de septiembre de 2024

Al día

Hace unos días hablábamos de la propaganda republicana electoral y de su originalidad. Comentaba la perseverancia del partido, que tengo el buzón que echa fuego. Y hablando de fuego. En Tempe, Arizona, el 23 de septiembre la oficina de la candidata demócrata, tiroteada. Afortunadamente no ha habido que lamentar daños personales. Por lo visto esta misma oficina la semana antes también fue asaltada. 

Más. A la candidata verde, Jill Stein, la han sacado de la papeleta de candidatos en el estado de Nevada, y eso que iba representada por un letrado que había defendido a Trump en causas anteriores. Por lo visto en este estado la diferencia de votos entre Harris y Trump es nimia. Lógicamente la presencia de Stein podría alterar los resultados, en especial los demócratas. 

Otro. En la carretera también tenemos al equipo Trump. Tulsi Gabbard y el jovencito Kennedy, al que también le ha salido escándalo faldero por una relación fotográfica con una periodista del New York Magazine, abrieron telón en Las Vegas. 


Otro. Ayer Harris volvió a Pittsburgh, aquí parece que se decidirá el futuro del país, para hablar de economía y sus planes para invertir en nuevas tecnologías, sobre todo en inteligencia artificial y blockchain. Recordemos que Pittsburgh es la ciudad del acero. La pervivencia de este producto se respira en toda la zona. Incluso el equipo de fútbol americano le rinde honores. 

Y en Pittsburgh seguimos sin recibir las papeletas electorales para emitir el voto por correo, y eso que la carta con el voto dentro tiene que llegar a la oficina electoral pertinente antes del 5 de noviembre, esto es, el día de las elecciones. Por fin el Partido Demócrata ha contactado con sus vecinos. En mi caso lo hizo a través de dos fotocopias en blanco y negro. Mejor dicho, tres, una hoja a dos caras. Recibí la entrega precisamente al día siguiente de publicar esta entrada, en la que mencionaba la inexistencia de propaganda electoral de este partido.

Colgaba la ropa en el tendedero cuando una mujer menuda y rubia llamó a la contrapuerta. Conocía nuestros nombres. Me preguntó si íbamos a votar por correo y pareció quedar satisfecha con la respuesta. Le comenté que era la primera persona del Partido Demócrata en dejar propaganda electoral. Respondió a este comentario diciéndome que ella pertenecía al AFL-CIO, la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, la federación de sindicatos más grande de Estados Unidos. La Federación apoya, para el Senado de Estados Unidos, a Bob Casey, y, para el Senado estatal, a Nick Pisciottano. Desde esta visita no ha habido más propaganda electoral ni fotocopias de este partido, apelando al dicho de "a buen entendedor", y, de paso, aportando un tanto al beneficio ambiental.     

El partido verde de Jill Stein y el libertario de Chase Oliver sí aparecerán en las papeletas de Pensilvania. 

viernes, 20 de septiembre de 2024

Kit de inglés 403: change horses in midstream

Y esta semana, para desintoxicarnos un poco de tanto discurso electoral insulso, marchando una expresión traída por la más grande figura literaria presidencial que haya dado este país: Abraham Lincoln. Del presidente es la forma change horses in midstream, literalmente "cambiar caballos en mitad de la corriente", y que podríamos traducir por mejor quedarnos con lo que tenemos o seguir adelante con el plan trazado

Pronunciación con resoplidos: " chéinch jórsis in mídstrim". Y la buena aquí, con Daphne Gray Grant.

Esta forma la utilizó Lincoln en un discurso que diera un 9 de junio de 1864 a la Delegación de la Unión, la cual le instaba a que se presentara a la reelección en noviembre de ese año. Lincoln dice que esta expresión la sacó de un granjero holandés. Esta es la frase que aparecía en el discurso: 

An old Dutch farmer, who remarked to a companion once that it was not best to swap horses when crossing streams.

Un viejo granjero holandés una vez le dijo a un compañero que era mejor seguir adelante con la decisión tomada que empezar algo nuevo.

lunes, 16 de septiembre de 2024

¿Mala Kamala?

Treinta. Para hacer honor a la verdad veintinueve. Veintinueve cartelones con propaganda electoral republicana son los que, de momento, me ha dejado el cartero. Los tenemos para todos los gustos. En uno de ellos, Trump no aparece. La que sí que aparece es Harris, enmarcada de blanco en el margen inferior derecho.

En la foto está sentada en lo que parece ser un sillón ejecutivo. Es de piel gris y le sobresale por encima de la nuca, dándole una especie de malvada aureola que corroboran el dedo índice de su mano izquierda, sobre la sien, y el pérfido anillo que lleva en el dedo corazón. Toda esta perversión viene acompañada de un traje chaqueta de solapas desbocadas sobre las que, tímidamente, buscan acomodo las puntas blancas de una blusa descocada. Nada más ni nada menos que tres botones lleva sin abrochar la candidata. El pelo liso, largo, la mirada fija y perdida, y una media sonrisa que le dan un aire entre bruja y Mata Hari.

Otros, en cambio, borran la parte de Mata Hari y únicamente se quedan con la de bruja, exacerbando su monstruosidad en la grisura de unas manos descomunales y huesudas que le dan una apariencia terrorífica. Mi favorito es uno que, me parece, tiene gran talento narrativo y que evoca al longevo Expediente X. Se trata de una escena nocturna en un callejón que nos recuerda mucho a esas calles inglesas victorianas en las que, en cualquier momento, nos puede salir un asesino de novela Arthur Conan Doyle. Las casas, de ladrillo, brillan con suciedad de hollín. ¿Una vieja Pittsburgh, tal vez? Apenas hay luz, tan solo un par de farolas de luz amarillenta. El cielo está enrojecido con unas llamas, también amarillentas, que, a la candidata, le salen de detrás de la cabeza y que le dan un toque infernal. Tras un poste ensombrecido, la candidata. De nuevo, lleva traje chaqueta. Esta vez va de oscuro. Y la camisa también es negra. Un collar de perlas le puntea la garganta. Una loba de cacería en la nocturnidad.

La mayoría de los cartelones combinan la imagen de los dos candidatos. Lógicamente Trump es el que mejor parado sale. Las fotografías nos lo muestran con cara de buena persona, sonríe, y a veces levanta el puño o el pulgar. Y va bien vestido, alterna la corbata azul con la roja. La otra cara es otra historia. La de mala Kamala o la pérfida Harris. A veces tiene micrófono en mano, la yugular hinchada de rabia. En otras ocasiones sus manos desfiguradas agarran un megáfono. Cuando la candidata se toma un respiro vocea o ríe despiadadamente.

Un diez al equipo de publicidad que se ha encargado de estas maravillas narrativas. El partido republicano siempre me ha parecido mucho más ingenioso y creativo que la aburrida sobriedad que atenaza al demócrata. No he hablado de los titulares que tampoco desmerecen el conjunto y son la mar de divertidos. Algunas joyas: soy radical, peligrosamente liberal o su variante no es solo peligrosa, también es liberal.

Desgraciadamente no puedo decir nada de la publicidad demócrata porque no me ha llegado ni un solo cartel. No sé a qué pueda deberse. No creo que sea por dinero porque los demócratas son los que más caja han hecho.

Y tres por ciertos:

el primer por cierto es que las papeletas para votar por correo aún no han llegado. Parece ser que las primeras salieron el viernes 13.

El segundo que el cartelón publicitario que hace el número treinta es de Robert F. Kennedy Jr.

Y el último por cierto y que ya se sab en España es que Trump y su equipo han estudiado Historia. A raíz de los disparos en el vecindario de Trump, el equipo de prensa republicano ha tenido ocasión de anunciar su versión del comunicado que Churchill diera a sus compatriotas un 4 de junio de 1940 para subirles la moral. Churchill apelaba a los suyos incluyendo we shall never surrender!, ¡nunca nos rendiremos! y Trump y su equipo escriben un nunca me rendiré, I will NEVER SURRENDER. En mayúsculas. Nos alegramos mucho de que el expresidente esté bien. Vamos a ver si terminamos con buen pie estas elecciones.

sábado, 14 de septiembre de 2024

Kit de inglés 402: to be on track

Y esta semana otra de trenes con to be on track, literalmente "estar en el paso" y que podríamos traducir por ir bien, ir por buen camino o ir según lo planeado

Pronunciación torcida: "tu be on traq". Y la buena aquí, con la profa Liane. 

La expresión, de origen incierto, se afianza en 1973. Algunos dicen que surge de la palabra camino o huella, mientras que otros la sitúan en la palabra riel, la barra metálica sobre la que se desplaza el tren. Un vistazo a Ngram nos dice que esta forma despunta en 1829 en Estados Unidos, con lo que, probablemente, tenga raíces ferroviarias. 

Frase: She needs to stay focused so that she can be on track to finish this project.

Necesita estar concentrada para ir bien encaminada y poder terminar así el proyecto (llegar a buen puerto). 

domingo, 8 de septiembre de 2024

Americano, ¡salud!, ¿o te la quito?

Este domingo lo dedicamos a la pureza de un nuevo lema que nos entrega el candidato republicano a la Casa Blanca. Se trata del MAHA, “make America healthy again,” "haz América saludable de nuevo". Tanto le preocupa al candidato la salud de sus conciudadanos, que ha anunciado que, de salir elegido, "ni un centavo a los colegios que obliguen a vacunarse o a llevar mascarilla". En resumidas cuentas, el doctor Salk, creador de la vacuna contra la poliomelitis, un sádico infame. 

Para asegurarse de que la salud de América gana en vitalidad, parece ser que el expresidente Trump, de volver a ocupar la Casa Blanca, podría entregar a Robert F. Kennedy Jr. la silla de secretario de Departamento de Salud y Servicios Humanos. Qué maravillosa ocasión para recomendar Idiocracia, película del 2006 dirigida por Mike Judge con guion del director y de Etan Cohen.

Por cierto que, el primer debate presidencial será el 10 de septiembre a las 8 de la tarde. En Filadelfia.

jueves, 5 de septiembre de 2024

Kit de inglés 401: stock-in-trade

Esta semana marchando una de economía con stock-in-trade. Literalmente "existencias en el comercio", y que podríamos traducir por recursos, repertorio.

Pronunciación exhausta: "sssssstok in tréid", y la buena aquí

Parece ser que es en 1775 cuando esta forma sale por primera vez de manera impresa. Y lo hace en un periódico de Pensilvania, el Pennsylvania Evening Post. 

Frase: 

Patriotism is every politician's stock-in-trade.

El patriotismo forma parte del repertorio de los políticos.