jueves, 14 de noviembre de 2024

¿Se puede derrotar a la amnesia?

What was to be expected was foreshadowed by Bush Senior’s long-playing mantra. “Cut the capital-gains tax,” to which Bush Junior would introduce a breathtaking tax cut for the wealthy with the rationale that the surplus he had inherited was simply the result “of taxes that were too high ... government is charging more than it needs. The people of America have been overcharged and, on their behalf, I am asking for a refund.” Thus he made it clear that he, too, favors socialism for the rich and free enterprise for the poor.

Traducción:

Lo que ya se esperaba, lo trajo el mantra que Bush padre ya llevaba tiempo entonando: «Recortar el impuesto sobre las plusvalías». Bush hijo añadió una impresionante rebaja fiscal para los ricos con el razonamiento de que el superávit que había heredado era simplemente el resultado «de unos impuestos demasiado altos... el gobierno está cobrando más de lo que necesita. Se ha cobrado de más al pueblo de Estados Unidos y, en su nombre, pido un reembolso». Así dejó claro que él también estaba a favor del socialismo para los ricos y de la economía de mercado para los pobres.

Esta es una de las muchas joyas que podemos encontrar en Imperial America: Reflections on the United States of Amnesia (2005). América Imperial: reflexiones sobre los Estados Unidos de amnesia, un libro de ensayos de Gore Vidal.  

Y saco otras dos citas del libro de Gore, una sobre el Tribunal Supremo estadounidense y otra sobre un estatuto establecido en el Código de los Estados Unidos, y que, por lo visto, nadie respeta. 

Aquí va una.

It should be noted that both justices Scalia and Thomas have links with Opus Dei, a politically reactionary Catholic organization founded during Franco’s fascist regime in Spain and today politically active in many countries.

Hay que señalar que tanto los jueces Scalia como Thomas tienen vínculos con el Opus Dei, una organización católica políticamente reaccionaria fundada durante el régimen fascista de Franco en España y hoy políticamente activa en muchos países.

Scalia ya no está, pero la antorcha del catolicismo opusdeísta sigue en las manos de Thomas y Alito. Vance, vicepresidente electo, también es miembro de esta organización.

Y la última:

the False Statement Statute. (No, I’d never heard of it either.) This statute (officially Title 18: Section 1001) provides a penalty of up to five years in prison, a fine, or both to:

Whoever, in any matter within the jurisdiction of any department or agency of the United States knowingly and willfully falsifies, conceals or covers up by any trick, scheme, or device a material fact, or makes any false, fictitious or fraudulent statements or representations, or makes or uses any false writing or document knowing the same to contain any false, fictitious or fraudulent statement or entry.

Traducción:

el Estatuto de Declaraciones Falsas. (Tampoco yo había oído hablar de él). Este estatuto (oficialmente Título 18: Sección 1001) establece una pena de hasta cinco años de prisión, una multa o ambas para aquel que:

en cualquier asunto bajo competencia de los departamentos o agencias de los Estados Unidos a sabiendas y deliberadamente falsifique, oculte o encubra valiéndose de cualquier artimaña, maquinación o método un hecho relevante, así como para aquel que haga declaraciones o representaciones falsas, ficticias o fraudulentas o elabore o utilice cualquier escrito o documento falso a sabiendas de que este contiene declaraciones o frases ficticias o fraudulentas.

A la pregunta de qué podemos hacer para reconquistar la memoria en Estados Unidos, la respuesta de Gore no es muy alentadora: a la gente se le olvidará derrotarla. De momento, parece que razón no le falta.

jueves, 7 de noviembre de 2024

¿Elecciones turbulentas?

Y nos agarramos al asiento porque hay más turbulencias. El grupo Anonymous ha echado cuentas y dice que no se cree los números. 

En las elecciones del 2020, Biden obtuvo 81 millones de votos. Trump se llevó 74. En las del 2024, Harris, sigue el conteo, habría obtenido unos 68 y Trump unos 73. 

Esto quiere decir que 14 millones de demócratas y 1 millón de republicanos se han quedado en casa, en unas elecciones de tamaña importancia. 

La revancha está cerca.

Parece que la revancha está cercana para el presidente electo. Según los datos, unos cinco millones de votos lo separan de la candidata demócrata. No analizaremos las causas de la derrota de Harris y que, como poco, igualan en número a los americanos que no la han votado. El 20 de enero, Trump tomará posesión del cargo, suponemos que con una agenda más agresiva iluminada por el Proyecto 25

Por cierto que, los céspedes de mi zona no se equivocaron y vaticinaron, correctamente, la victoria de Harris.   

lunes, 4 de noviembre de 2024

El año de las luces

 A un día de las elecciones, un buen amigo me pregunta qué es lo que se ve y se oye. 

De momento, huele a chamuscado. Algunos de los irritados seguidores del candidato no han perdido el tiempo y se han dedicado a prender fuego a los buzones habilitados para los votos por correo, unos contenedores de metal rojo. El conteo no puede comenzar hasta mañana. De momento, los estados afectados por estos pirómanos son Arizona, Washington y Oregón, aunque hoy puede que haya alguno más. 

El resultado tardaremos en saberlo porque, independientemente de quien gane, creo que se impugnarán las elecciones. Recordemos que aquí lo que pita no es el voto popular, Hillary Clinton lo ganó pero perdió las elecciones, sino los votos del Colegio Electoral. En caso de que los dos candidatos se lleven el mismo número de votos del Colegio, 269 cada uno, sería al Congreso al que le tocaría decidir. Mencionar que, bajo estas circunstancias, sería factible que el presidente y el vicepresidente pertenecieran a partidos distintos. Correcto. Hemos oído bien. Un gobierno Trump + Walz o Harris+Vance.

Dicen que, donde yo estoy ahora mismo, cerca de Pittsburgh, (Obama, Clinton y Harris han venido a cortejar la ciudad), es el termómetro del país. Si los céspedes de mi barrio hacen de termómetro, en estas elecciones se han colgado más pancartas electorales apoyando a los candidatos que en los comicios del 2020, ganaría Harris por los pelos. 

La paranoia entre algunos demócratas está desatada. Muchos tienen miedo de Musk y Kennedy Jr., que pillarían cacho en forma de cartera. Musk no sabe nada de política, solo de dinero. Es de suponer que no quiera restricciones demócratas, especialmente ambientales, que coarten sus subidones a la luna. Por su parte, Kennedy Jr., enemigo acérrimo de las vacunas y devoto en la creencia de que estas son invento judío, se quedaría con sanidad. La militar y congresista hawaiana, Tulsi Gabbard, es probable que, en un gobierno Trump, también pescara algo gordo.  

Vamos a ver si podemos celebrar un año de luces.