Para una familia de dos adultos y con pocos recursos el día les puede salir más caro que una noche de hotel. La entrada sale a 15 dólares la pieza. Y hay que comer y moverse. Y si se está desempleado apaga y vámonos porque para los parados no hay descuento.
En cuanto a los culturetas demócratas que se rasquen el bolsillo, y los que no puedan, a chupar rueda. Al fin y al cabo solo un 3% de la población de Massachusetts está sin trabajo. Es cierto que en Massachusetts hay menos personas que sufren la incertidumbre del qué voy a comer hoy, pero va al alza. Según el censo, unas 266000 familias no tienen mucho que llevarse a la boca.
Los alquileres y los precios salvajes y descontrolados de las casas son los principales causantes de esta inseguridad. En Quincy, un 58% de los niños reciben almuerzo gratuito o a precio reducido. Es cierto que los niños hasta los dieciséis no pagan entrada para ver la casa del presi. Pero tienen familia. Y les harían un favor si los que les cuidan pudieran compartir con sus chicos un día en el museo. El arte al alcance de todos, ya se ve.