Desgraciadamente estos trabajadores no se han enterado de que GM seguirá cerrando plantas para trasladarlas a Méjico, donde allí el gigante automovilístico podrá pagar salarios más vistosos y seguir aumentando beneficios. El año pasado algo más de diez mil millones. Con lo que sobre, digo yo que Mary Barra, directora ejecutiva de GM, podrá pedirse otro aumento de sueldo y sumarlo a los 22 millones que se lleva anualmente. Y si el dinero no le llega, GM siempre puede pedir otro rescate federal para que los que tributamos hagamos el canelo una vez más.
Por lo visto, los del sindicato de GM deben darse con un canto en los dientes porque los que trabajan para la Ford y FiatChrysler están más jorobados. Desde Washington, de momento nos ha llegado un "a ver si arreglan esto pronto porque no queremos las plantas de GM fuera del país".
A finales de año alguna más vuela.