Y como estamos en semana pavil y seguimos envueltos en jugos presidenciales y electorales, una de jueguecitos con Get the ball rolling. Literalmente "poner la bola a rodar", y que podríamos traducir por encarrilar un asunto, hacer que las cosas se muevan o poner manos a la obra. Pronunciación juguetona: "guet deból rólin". Y la buena con la profa.
Cortesía USDA ARS. |
A esta expresión se le dan dos orígenes. Unos afirman que sale del croquet, juego de origen francés y de influencia italiana o española, que, como sabemos, caló bastante hondo en Inglaterra a mediados del siglo XIX. Otros dicen que salió de la campaña presidencial de Estados Unidos de 1840. Por lo visto el candidato, y luego presidente durante treinta días, William Henry Harrison, iba a todos sus mítines con unas bolas gigantes hechas de cuero y hojalata, cada una tenía un diámetro de unos diez pies, unos tres metros. En la superficie de las bolas sus partidarios habían escrito todo tipo de eslóganes para apoyar su causa. Los que las empujaban tenían que aguantar que el público les arengara a ritmo de “Keep the ball rolling", "que no pare la bola". A estas bolitas se las conocía por el nombre de Bolas de la Victoria.
Frase: Let's get the ball rolling.
Pongámonos manos a la obra.