Los efluvios trumpianos de una puesta en escena de Julio César de The Public Theater (Teatro Público del Festival de Shakespeare de Nueva York)
no han gustado nada a sus patrocinadores, Delta y el Bank of America. Tanto es así que han retirado su apoyo económico. "De mal gusto", la ha calificado las aerolíneas y "provocadora y ofensiva", según la entidad financiera. Por lo visto el parecido es asombroso: Julio César es rubio, se pierde por las corbatas largas, y su esposa, una mujer vestida a la última, habla con acento eslavo.
Al hijo del perjudicado, Donald Trump Jr., se puede decir que la obrita tampoco es que le haya vuelto loco, porque eso de que a César se lo carguen, atención, spoiler, un puñado de mujeres bravías y los miembros de algunos sectores marginales de la sociedad le debe parecer de lo más inverosímil por no decir una ruindad.
Supongo que Delta y Bank of America habrán echado sus cálculos y habrán llegado a la conclusión de que les salía mejor ponerse de parte del sector que ha apoyado al presidente que del otro. Después de tanto puñetazo aéreo no me extraña que quieran andarse con pies de plomo y no tener que vérselas ahora con tanta daga ropera.