El 29 de septiembre, además de ser el natalicio de Cervantes, celebraremos el primer aniversario del Día de las películas mudas.
Aunque ya existen festivales que cubren este género, (probablemente el de San Francisco, que se viene celebrando desde 1996, sea el más conocido), las películas mudas no contaban con su Día. La idea ha salido precisamente de un pitsburgués, Chad Hunter, director de la Sociedad de películas mudas de Pittsburgh, de Brandee B. Cox, archivera en la Academy Film Archive, y de Steven K. Hill, que es archivero en la Universidad de California.
Aquí, en Pittsburgh, ya se han vendido todas las entradas para esta primera función que abre, ni más ni menos que con Blackmail (Chantaje) de Hitchcock. Con música en directo a cargo de Tom Roberts, pianista que trabajó con el músico canadiense Leon Redbone, el creador de la partitura para la película El aviador de Scorsese.
No es de extrañar que en el trío que ha participado en esta iniciativa uno de sus miembros proceda de Pittsburgh. Sin ir más lejos de aquí salió uno de los primeros cines del país, el Nickelodeon, que abrió sus puertas en 1905 de la mano de Harry Davis. Solo el Electric Theatre establecido en 1902 en Los Ángeles y el Vitascope Theatre de los hermanos Mark, inaugurado en Búfalo en 1896, lo superan en antigüedad.
Por cierto que, en 1907, otros cuatro hermanos, en este caso los Warner, abrieron cerca de aquí, en New Castle, su primer cine, el Cascade Picture Palace (Palacio de la cascada), más tarde reconvertido en oficinas. The Great Train Robbery, (Asalto y robo de un tren), fue la película que se proyectó. Fue también aquí, en New Castle, donde, a los dieciocho años, la carrera del cómico Bob Hope despegaría.