En esta obra de corte autobiográfico, escrita en 1852 a lo Charles Dickens, Whitman arremete contra los abogados, sin duda, una de las profesiones más odiadas en Estados Unidos. Por lo visto, su padre fue víctima de las argucias de uno. Y, lo que son las cosas, al propio Walt tampoco es que le fuera muy bien con ellos.
El descubridor de The Life and Adventures of Jack Engle, Zachary Turpin, un estudiante de postgrado de la Universidad de Houston, no considera el hallazgo la mejor obra de Whitman, pero dice que es de una "belleza extraña" y que anticipa a Thomas Pynchon.
Un must read (imperdible) para los amantes de Dickens, Pynchon y de este Gran Americano (con permiso de Twain). Y para los que desprecian a los abogados, por descontado.