Dentro de un rato dará comienzo la Super Bowl. La Super Bowl es el evento deportivo y televisivo con más tirón en Estados Unidos y casi que tiene talla de Día Nacional. Tal es su poder, que muchas iglesias se ven obligadas a cancelar los servicios este día para posibilitar a familiares y amigos que se reúnan alrededor de un promontorio de latas de cerveza y bandejas con tortilla chips, nachos, guacamole, pizza o los 1,3 millardos de alitas de pollo que se espera que se consuman este año, indispensables para apoyar al equipo favorito.
La Super Bowl suele caer en la última semana de enero o la primera de febrero y siempre en domingo. Este año la edición número 51 se juega en Houston, Texas, y los equipos de fútbol americano participantes son los Patriots de Nueva Inglaterra contra los Falcon de Atlanta. Tom Brady es la estrella de los Patriots y la de los Falcon probablemente sea Julio Jones. El palmarés de los Patriot es más abultado.
El trofeo lleva el nombre de Vince Lombardi, jugador de la NFL, National Football League (Liga de Fútbol Nacional), y reconocido como uno de los mejores entrenadores en la historia deportiva estadounidense. El premio, un balón de fútbol americano, es de plata. A los jugadores ganadores se les da un anillo, normalmente de oro o de diamantes que lleva su nombre inscrito. En eBay se ha vendido alguno.
El expresidente Bush padre y esposa serán los encargados de lanzar la moneda que determine quién se lleva primero el balón. Este ritual no solo implica la presencia de unas 70 personas en el campo. A los televidentes se les da la ocasión de participar en casa haciendo apuestas con los suyos.
Al ser un acontecimiento para disfrutar en familia, se supone que el tiempo de descanso y los anuncios no deben rellenarse con picardías, pero siempre hay algún desliz, que es lo que justamente pasó con la famosa ubre de Janet Jackson allá por el 2004. Este año Lady Gaga será la encargada de hacer las delicias de niños y mayores.
Sobra decir que los anuncios que tienen la suerte de hacerse con un hueco pagan de lo lindo, (una media de 5 millones de dólares por 30 segundos), aunque se supone que la cosecha bien lo merece. Los cerveceros suelen ser fijos. Por cierto, que no sé si este habrá pasado la criba.
Que gane el mejor.