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martes, 18 de febrero de 2020

Fuera de aquí.

The black laborer
Aún estamos en el Mes de la Herencia Negra, termina el 29, y hoy traigo dos infamias de Pensilvania. En septiembre de 1923, la ciudad de Johnstown, a unos 100 kilómetros de Pittsburgh, obligó a su población negra a abandonar la ciudad.

El asesinato de cuatro policías a manos de Robert Young, un hombre de color, fue el detonante para que el alcalde de Johnstown, Joseph Cauffiel, decidiera tomarse la justicia por su mano y obligar al éxodo a todas aquellas personas de color que llevaran menos de siete años viviendo en la ciudad. La mayoría llegó a Johnstown con la Primera Gran Migración para trabajar en las fábricas de acero. 

Unas 2000 personas se vieron afectadas por esta medida. Y, ya que estaba puesto, el alcalde también decidió añadir al bote a los mejicanos que residían en la ciudad. Como era de esperar la reacción del KKK (Ku Klux Klan) fue inmediata, participando en la quema nocturna de doce cruces y garantizando así unos cuantos votos para el alcalde que estaba en época de primarias. Los que fueron obligados a abandonar su ciudad parece que se refugiaron en Pittsburgh y en las inmediaciones.

Las gentes de Pittsburgh y las ciudades colindantes, que, sin duda, sabrían por los periódicos o por el boca a boca de las técnicas aplicadas en Johnstown, decidieron no perder el tiempo y ponerlas en práctica semanas después. La oportunidad saltó cuando un hombre de color asesinó a Thomas Rowland, un hombre de setenta y tres años y dejó malherida a su nieta de once. Fue Stowe Township la ciudad que esta vez obligara a la población de color, unas doscientas cincuenta personas, a dejar la ciudad.

Para abortar las directrices del comité de vigilancia que surgió a raíz de las fechorías cometidas un 9 de octubre y evitar que la expulsión no se llevara a cabo, las fuerzas del orden, encabezadas por el detective Robert H. Braun, patrullaban la ciudad. Sin embargo no parece que consiguieran hacer un buen trabajo ya que el éxodo fue en masa. De los doscientos cincuenta habitantes de color que tenía la ciudad, solo se quedaron unos cincuenta, a los que, como era previsible, se les hizo la vida imposible.

Mientras tanto, los estados del sur de la época, un condescendiente abuelete para sus descarriados nietos, se frotaba las manos y les animaba a que volvieran a casa, a que metieran sus trastos en la maleta y dejaran atrás el desprecio norteño para encontrar el solaz que merecían entre los bucólicos algodonales que se habían quedado sin mano de obra. 

Curiosidad: entre estos dos incidentes, también hubo otro éxodo en South Bend, Indiana, ciudad del excalde Buttigieg. En esta ocasión fueron unas dos mil personas las que tuvieron que dejarlo todo por una amenaza del KKK.

Y hoy, lunes, para algunos ya martes, Día del Presidente en Estados Unidos. O del No Presidente. Según quien lo mire. Y otra curiosidad. Iowa no tiene el Día del Presidente pero celebra el cumpleaños de George Washington.

Los interesados en estos episodios podrán encontrar más información en Banished from Johnstown, (Expulsado de Johnstown), un libro de Cody McDevitt. Solo en inglés.

martes, 18 de junio de 2019

El Junidiecinueve de Tejas

Otro saltito en la historia. Esta vez nos vamos con el mayor general, Gordon Granger, a Galveston, Tejas. Allí por lo visto no se habían enterado de que los que habían estado esclavizados ahora eran libres gracias a la Proclamación de Emancipación que el presidente Lincoln tuvo a bien emitir y que entró en vigor un 1 de enero de 1863.

Abraham Lincoln and his Emancipation Proclamation

El mayor general entró en Galveston dos años y medio después de que se emitiera dicha proclamación. Un 19 de junio de 1865, de ahí que a la celebración se la conozca por Juneteenth, una mezcla de junio y diecinueve. Algo así como Junidiecinueve.

El porqué de esta ignorancia y tardanza en aplicar la Proclamación se desconoce, aunque se barajan distintas hipótesis. Quizás los esclavizadores se estuvieran haciendo los suecos, siempre venía bien una manita gratuita, (unos 250000 esclavos en Tejas) con la cosecha de algodón. O tal vez fuera que, las noticias, efectivamente, se movieran a paso de tortuga en Tejas. Fuera lo que fuera, el caso es que, por fin, gracias a la Orden número 3, muchas familias desmembradas lograron reagruparse. Plegarias de agradecimiento, cantos y la inevitable barbacoa no faltaban para su celebración. Con los años se han ido añadiendo otras tradiciones, como los rodeos o el béisbol.

En 1980, gracias a los esfuerzos del diputado por Houston, Al Edwards, Juneteenth alcanzó el rango de fiesta a nivel estatal en Tejas, aunque también lo es en otros 43 estados. Por el contrario, Hawái, Montana y las dos Dakotas no dan su brazo a torcer.

Ralph Waldo Ellison, el creador de la magnífica El hombre invisible, dejó su Juneteenth inacabado. Por cierto que fue en la casa de verano que tenía en Massachusetts donde perdió, según él, más de 300 páginas de la obra. Las devoró el fuego.

lunes, 27 de mayo de 2019

¿A qué hora es el minuto de silencio?

Memorial Day, May 30th
Mañana es Memorial Day. (Día de recordar a los caídos en las batallas). Las barbacoas crepitan por todos lados y el olor a ahumado se cuela en las casas. La humareda no es capaz de difuminar las risas de los parranderos. Tampoco puede con la contundente música que, algunos bafles, derraman a chorro.

Mientras unos le dan la vuelta y vuelta al filetazo, otros charlan. De vez en cuando, interrumpen la conversación para darle un sorbo a la cuarta cerveza. Los más juguetones tiran sacas de arena sobre una plataforma de madera con un agujero por el que han de intentar colar la bolsa.

Si se les preguntara a qué hora deberían guardar mañana un minuto de silencio para honrar las vidas entregadas seguramente no lo sabrían. A las tres. Los partidos de las grandes ligas de béisbol se congelarán durante un minuto, y los trenes sacarán el aire de sus silbatos. El Empire State y la Estatua de la Libertad también se les unirán con la NASA. La lista es larga. En el 2000 se aprobó el minuto, aunque el homenaje a los caídos surge a finales de la Guerra Civil. En 1966 el gobierno estadounidense declaró a la localidad de Waterloo, en Nueva York, el lugar de nacimiento de dicha celebración.

lunes, 8 de octubre de 2018

Colón ya está aquí

Colón ya está aquí. Hoy domingo su presencia me ha pillado en Worcester, Massachusetts. Multitud de calles cortadas al tráfico para dejar paso a un pequeño desfile. Mañana lunes solo Dakota del Sur, Alaska, y algunas zonas de Minnesota, Washington y California celebrarán el Día de los Nativos Americanos, también llamado el Día de los Pueblos Indígenas en algunas áreas. En los demás estados será el Día de Colón, y, aunque es feriado en treinta y siete, los restantes no lo contemplan en su calendario.

The Coming of white man

Fechas a mencionar. La primera vez que se celebró el Día de Colón fue en San Francisco en 1869. Con Colorado en 1907 subió a nivel estatal. En 1937 se convirtió en feriado en todo el país, y desde 1971 se viene celebrando el segundo lunes del mes de octubre.

domingo, 9 de septiembre de 2018

¿A qué dos americanos se les descorrió el velo en Quincy?

El Antiguo Ayuntamiento 
John Hancock de Sergey Eylanbekov 
El gobernador de Massachusetts, Charlie Baker
David McCullough 

La Iglesia de los Presidentes con orquesta y coro
John Adams de Sergey Eylanbekov 

Programa
El sábado Quincy estuvo de celebración. El alcalde, Thomas P. Koch, el gobernador de Massachusetts, Charlie Baker, y el historiador David McCullough, ganador del Premio Pulitzer, inauguraron un espacio verde velado por dos estatuas de cuerpo entero: la de John Hancock a un lado y la de John Adams al otro. El gobernador le quitó el velo a la de Hancock y McCullough hizo lo mismo con la de Adams. Dos nativos de Braintree, Hancock y Adams, a los que seguramente recordaremos por su participación en la Declaración de Independencia de Estados Unidos. Las piezas son obra de Sergey Eylanbekov. La música vino de la mano de Yoichi Udagawa y se escucharon obras de John Williams, sí, el Williams de La Guerra de las Galaxias, o piezas como la Stars and Stripes (Barras y Estrellas) que tantas veces hemos escuchado en las películas y que es obra de Sousa. Y banderazo ondeando con ayuda de una grúa en un día limpio y fresco.

Tras la ceremonia que duró cerca de tres horas, tambores con hombres ataviados en trajes de época, tenderetes con viandas, circuitos por los lugares históricos de Quincy, bluegrass, repertorio de Broadway y traca de fuegos artificiales en la Bahía de Quincy a las 8 de la tarde a la que no asistí.

martes, 4 de julio de 2017

1 de enero, 2 de febrero, 3 de marzo y .. 4 de Julio

He estado paseándome por el calendario estadounidense, y como me temía, efectivamente julio, además de ser el Mes Nacional de las judías cocidas, las artes culinarias, las barbacoas, los helados, los rábanos y los picnics, también lo es, como no podía ser menos, de los perritos calientes. Hace ya unos días que se huele la carne braseada y las latas de cerveza han destapado su chispa.

La chispa también se ha desatado en el agua. La guardia costera ya ha hecho unas cuantas paraditas a lancheros por superar el límite de velocidad permitida y conducir bajo los efectos del alcohol.

No sé cómo se celebrarían las fiestas del 4 de Julio allá por 1776, pero seguramente la guardia costera no tuvo que emplearse a fondo para echar el guante a este tipo de flora marina. Y de perritos y hamburguesas nada de nada, ya que estos irrumpieron a comienzos del siglo XX.

Cuenta la leyenda que el presidente Adams y su esposa Abigail cenaron sopa de tortuga, salmón de Nueva Inglaterra, guisantes y patatas hervidas. De postre pudín indio y pastel de manzana al estilo Pandowdy, un postre, como todos los estadounidenses, sumergido en azúcar.

En cuanto a los fuegos artificiales parece que estos sí que fueron convidados fijos en la celebración, aunque las cargas de color no aparecieron hasta que los italianos las trajeron en los años 30 del siglo XIX.

Este año, en el paseo marítimo, dos novedades. Un puesto de comida sobre ruedas que despacha tacos coreanos a cuatro dólares la pieza. Eso, y un cartel pintado a mano sobre la barandilla de acceso a una vivienda: En esta casa no hay lugar para el odio.

Esperemos que ni en esa ni en ninguna.

miércoles, 1 de marzo de 2017

Cleopatra se pasea por la ciudad del jazz


Aunque las celebraciones comenzaron el 17, ha sido entre el 24 y el 28 de febrero de este año, las fechas pueden variar, cuando los carnavales de Nueva Orleans marcharon a toda máquina.

Aunque esta bacanal tuvo sus inicios en Mobile, en el estado de Alabama, allá por 1708, fue en Nueva Orleans donde desarrolló todo su esplendor.

Muchos historiadores coinciden en establecer el 3 de marzo de 1699, fecha en la que los exploradores franceses Iberville y Bienville aterrizaron en Luisiana, como el primer Martes de Carnaval. Ni que decir tiene que el despiporre desapareció en cuanto los españoles se hicieron con Nueva Orleans, aunque la tradición volvió a emerger en 1812, fecha en la que Luisiana pasó a ser una estrella en la bandera de los Estados Unidos.

Como en España, también se hacen desfiles, y distintas cofradías se encargan de sus carrozas. Las que parece que tienen más tirón son las de Oshun (diosa del amor en la tradición yoruba), Cleopatra, Zulu y Rex. Parece ser que esta última recibe su nombre en honor a Alejandro III de Rusia, que se dejó caer en 1872 en busca de su última conquista, la actriz Lydia Thompson. 

De las carrozas tiran abalorios, normalmente collares de cuentas, antifaces y a veces unos doblones con el rostro del rey. En el video (3:16) podemos ver uno. Por cierto, que para ver los desfiles hay que pagarPor las noches hay bailes de disfraces y la música jazz nunca falta. 

Una nota gastronómica. En Nueva Orleans, durante la época carnavalesca, tanto los visitantes como los nativos se ponen hasta arriba de roscón de reyes, similar en forma al de España, también lleva sorpresa que suele ser la figurita de un bebé de plástico que representa al Niño Jesús. En cuestión de ingredientes el neorleano lleva canela y nuez moscada y está decorado con los colores del carnaval: púrpura, verde y dorado. Y azúcar, mucho azúcar...

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Los entresijos del pavo: El Día de Acción de Gracias


Thanksgiving (el Día de Acción de Gracias), probablemente la celebración más importante en Estados Unidos, es una fiesta para pasarla en familia, viendo el partido de fútbol americano por televisión, aunque si se tiene la suerte y la desgracia de trabajar en una tienda, lo mismo le toque a uno echar la tarde en el establecimiento, atendiendo el desaforado ansia comercial de las masas.

Esta fiesta tan tradicional comenzó con el desembarco de los primeros peregrinos del Mayflower en las costas de Massachusetts, que, seguramente, no comieron pavo en fecha tan señalada, porque dicho animal no se dejaba coger con facilidad. En su lugar le pegaron al ciervo que les trajeron los Wampanoag, los nativos de esa zona, alguno patos y peces.

White House turkey, 1920, 11/20/20
Sin embargo fue en el siglo dieciocho cuando el pavo, ya domesticado, campeaba por las cocinas de los americanos compartiendo cazuela con gansos, cerdo, carne, pollos, cordero y el omnipresente ciervo. Después de la Guerra de Secesión el pavo echó el vuelo, despuntando sobre los demás animales. Y es que los avispados industriales del comercio pavero, especialmente los de Pensilvania, Maryland y, cómo no, Nueva Jersey, se encargaron de meter al animal hasta en la sopa, y eso a pesar de sus desorbitados precios.

Si Lincoln se dio cuenta del valor político de esta festividad, sacándola del territorio de Nueva Inglaterra y echándola sobre la piel americana como un lazo unificador, un nudo que reconciliase a la Unión y a los Confederados y que se puso en marcha el 3 de octubre de 1863, Sarah Josepha Hale, una editora de Nueva Inglaterra, ya se percató de su valor comercial años antes, con la publicación en 1827 de su libro Northwood: A Tale of New England (Northwood: Una historia de Nueva Inglaterra).  

Parece que la editora envió una carta a Lincoln el 28 de septiembre pidiéndole la fiesta nacional y en menos de una semana a la señora Hale se le reconoció su fiesta y la de todos, a celebrarse el último jueves del mes de noviembre, pero que Roosevelt pasó al tercer jueves para ayudar a los comercios que ya empezaban a quejarse por aquel entonces de que la cercanía a la Navidad les estaba ahogando las ventas.

Curiosidad: Lincoln también fue el que comenzó la tradición presidencial de indultar un pavo.