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lunes, 16 de octubre de 2023

Flaco favor.

La entrada de hace unos lunes sobre la congelación de los presupuestos federales me ha recordado que, para estar bien, uno necesita un equilibrio psíquico y nutricional. Si no se tiene para comer, por mucho que el refranero quiera vendernos la moto de que "el hambre agudiza el ingenio", se vivirá en un estado de angustia que es cierto azuzará el ingenio, pero para lo malo. Es decir, el cerebro tendrá un mejor rendimiento, gracias a la escasez calórica continuada y forzada, para perfeccionarse en las males artes. Y cuál es la primera destreza a la que se le echa mano: al pillaje. De momento, CVS, la cadena especializada en productos de farmacia y parafarmacia cierra cientos de establecimientos por los saqueos. Rite Aid, especializada en el mismo campo, también cierra las puertas de unos quinientos. Al lote, hay que añadir otros cuantos de Target. 

El catálogo no les llega. Los objetos les están desapareciendo de las estanterías porque los clientes se los llevan sin pagar. Algunos no se andan con disimulo y casi que se mueven con el desparpajo de un "Pedro por su casa". Aquí una muestra. Supongo que muchos estarán cansados y hartos de ver por las redes sociales la impunidad con la que otros cometen tropelías, y la vocecita que llevamos dentro, a unos los despierta con susurros y a otros con gritos a pleno pulmón para que, de una vez, dejen de ser "unos primos" y hagan lo que todo el mundo hace y que es robar sin temor alguno. 

Estos actos, lógicamente, perjudican la salud laboral y, por tanto, mental, de las comunidades. Menos tiendas cerca de casa en las que echar unas horas implica menos oferta laboral con lo que hay que disponer de coche para salir a buscar trabajo. Más gastos y también más tiempo al volante con el consiguiente aumento de posibilidad de siniestro. 

A este ritmo, volvemos al catálogo. A pedir por internet o que nos lo traigan a casa porque, el supermecado, también se ha vuelto amenazador. Hace unas semanas vi en un supermercado bastante conocido un cartel que no había visto nunca: "¿se siente inseguro? Por favor, díganoslo para que alguien le acompañe hasta el coche".   

Esta inseguridad. Nos va a matar a todos.