Las especulaciones no paran de llegar. ¿Quién será el candidato presidencial para el 2024? La respuesta es obvia. Si Trump decide meterse en la carrera no hay quien lo tosa. En caso de que su salud o su situación económica se lo prohibiera, ahora mismo debe tener sus arcas un poco exhaustas, quizás pasara el bastón de mando a alguno de sus herederos, probablemente a Eric, el mediano, o a Ivanka.
Entre los políticos de carrera contamos con la opción obvia: Pence. Que está a dos bandas. No quiere defraudar a Trump, ya ha dicho que lo apoyará en su decisión de seguir adelante con su deseo de invalidar la decisión del Colegio Electoral, pero tampoco quiere parecer un vendido y se ha desmarcado pidiendo a un juez federal de Tejas que desestime una demanda del republicano Louie Gohmert, en la que lo vituperaba por no haber invalidado dicha decisión. Como era de esperar, el juez rechazó la demanda.
Los tejanos republicanos ya se la tienen guardada. Y los de Arizona también. Pence hará lo que pueda para salir del apuro y aguantar hasta que llegue la una de la tarde del 6 de enero. Ese día, el vicepresidente se limitará a cumplir con sus funciones: abrir, por orden alfabético, los sobres de cada estado, preguntar a sus señorías si tienen alguna objeción y anunciar al ganador.
A día de hoy, domingo, tenemos a once magníficos intentando marcarse un tanto ante los ojos del presi, que ya le han declarado su apoyo incondicional en su carrera hacia la invalidez de las elecciones. He aquí los senadores. Ted Cruz, de Tejas, Ron Johnson nos llega desde Wisconsin, James Lankford defendiendo Oklahoma, Steve Daines saluda desde Montana. Por Luisiana asoma la cabeza de John Kennedy, Mike Braun en Indiana, Marsha Blackburn de Tennessee y Bill Hagerty también de Tennessee, Roger Marshall de Kansas, Tommy Tuberville de Alabama y Cynthia Lummis de Wyoming. Pero estos también se andan con ojo, ya que, como Pence, tampoco quieren perder el favor del lado republicano en el Congreso, y han untado su decisión con una falsa pátina de buen hacer político: moratoria de diez días para seguir investigando la legitimidad de los resultados en los estados en los que aún algunos republicanos piensan que hubo fraude electoral.
Y aquí otros contendientes en caso de que la opción Trump descarrile.
Nikki Haley, de padres de la India, fue exembajadora en Las Naciones Unidas y exgobernadora de Carolina del Sur. Tiene bastante tirón entre las clases más educadas y sería una rival poco recomendable para Kamala Harris.
Tom Cotton, de Arkansas. Veterano de guerra de Iraq y Afganistán. Y es de armas tomar. De Tejas, el gobernador Greg Abbott. De Maryland, el gobernador Larry Hogan. Entre las personalidades más conocidas: el exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, el gobernador de Florida Ron DeSantis, el secretario de Estado Mike Pompeo, el senador Marco Rubio de Florida y el también senador Rick Scott de Florida.
Y el espectáculo nos lo trae la Fox, mandando a la ecuación al presentador Tucker Carlson.
Aquí, un poco de todos.