Hace poco que ha caído en mis manos un libro de
Madeleine L'Engle, la autora del magnífico libro
El pliegue en el tiempo que Disney se encargó de destrozar.
El libro, que lleva por título
The Moment of Tenderness, El momento de ternura, es una selección de diociocho relatos escritos entre los años 40 y 50 que, su nieta, ha rescatado para deleite del lector. Y digo deleite porque las historias de
L'Engle son
de notable calidad.
L'Engle es especialmente habilidosa con el humor, sus descripciones son vivísimas y maneja los diálogos con brío y elegancia. Y aunque el humor templa las páginas del libro, todo él parece estar difuminado con una pátina de nostalgia y soledad que corteja la barrera de lo sensiblero pero sin caer en la noñería. A veces, se echa en falta que la historia no esté más desarrollada y que casi se quede en estampa, pero esa percepción pronto se olvida gracias a la calidad de su escritura. En cuanto a los personajes, estos tampoco se resisten a su pluma, ya sea hombre o mujer, niño o adulto, aunque hay que decir que son los de clase media alta los que más le ocupan.
Los relatos de esta colección pertenecen a la época en la que L’Engle quería ser dramaturga y son en su mayoría de corte autobiográfico. Por ejemplo, en uno de ellos, el titulado "The Foreigners", "Los extranjeros", la narradora también se llama Madeleine.
Los temas que recogen los relatos son variados: maternidad, cuidado de padres mayores, ambición, rivalidad, el fracaso de la amistad o las apariencias engañosas. De hecho, este es el tema de "The Fact of the Matter", "Lo cierto es que", sería la traducción, un relato que combina la fantasía con el realismo mágico. En "Poor Little Saturday", L’Engle mezcla fantasía con magia, al estilo de las
Crónicas de Narnia.
Por cierto, mencionar que la autora tuvo muchísimos problemas para publicar su
El pliegue en el tiempo. Los conservadores evangélicos, que la veían con malos ojos por creer en la salvación universal y seguramente también por dejar ver las ideas de Einstein en su obra,
aprovecharon la ocasión para acusar a la autora de fomentar la brujería, y pidieron que el libro y las partes que lo siguieron fueran retirados de bibliotecas y librerías.
L’Engle, como se hace patente en esta colección, también practicó la ciencia ficción con bastante atino. En “A Sign for a Sparrow,” "Una señal para un gorrión", la escritora nos presenta un mundo postapocalíptico. El planeta Tierra, plagado de guerras y otras pestes, se ha vuelto inhabitable. Es con este relato con el que se cierra la colección.
Aquí una charla, en inglés, de la escritora, con su recomendación para ser un buen escritor: ¡Escribe, no pienses!