¿Sabían que en Estados Unidos también existen movimientos separatistas? Y no es de ahora.
En el 2009 el gobernador Rick Perry propuso la independencia de Texas, pero las ascuas de este ardor se remontan a la Guerra de Secesión.
Cuando pensamos en Estados Unidos, al menos a mí me viene a la mente la imagen de un país aglutinado, fuerte, defensor de objetivos comunes. Probablemente, también por influencia del cine, nos llegue la visión del llanero solitario, a caballo, con el cigarro en la boca. No cabe duda de que es en Texas, donde ese espíritu de rebeldía ha pervivido con mayor intensidad. Tanto es así, que Texas es conocida como the Lone Star State, (el estado de la estrella solitaria). Texas no quiere ser una tesela más en el mosaico federalista. Quiere ser la tesela.
Texas ha hecho del no me digas lo que tengo que hacer, sobre todo con mi dinero, y del somos diferentes, su bandera. El Texas Nationalist Movement es el movimiento encargado de agitar esa bandera.
En agosto, Texas recibirá un chute para que dicha bandera no deje de moverse. Se trata de la aprobación de una ley que permite llevar revólveres, eso sí, ocultos, a las universidades.
"Los tejanos son responsables, se han criado entre armas, y tener a estos ciudadanos en las aulas, solo añadirá seguridad y la posibilidad de salvar vidas", argumentan algunos. Otros, especialmente los profesores, esgrimen lo contrario. Que servirá para fomentar el miedo. Y no es que Texas sea la pionera de esta legislación. Colorado, Idaho, Kansas, Misisipi, Oregón, Utah y Wisconsin aprobaron esta misma ley con anterioridad. Esta palmada en la espalda es un intento por parte de Washington de ahuyentar las aspiraciones separatistas de Texas. Texas es el pasaporte de los republicanos a la Casa Blanca.
Pierde tu arma y perderás tu libertad. De momento, suyas son.