Y del espectáculo Robert F. Kennedy Jr. (a finales de mes parece que tendremos más noticias de hacia dónde le va el dedo con la elección de compañero en su carrera presidencial, todo apunta a que será el mariscal de campo Aaron Rodgers, jugador de fútbol americano de los New York Jets) a Donald Trump.
Y es que, a pesar de la ayudita del Tribunal Supremo, los jueces no hacen más que sangrarlo. Esto es lo que ha dado a entender el expresidente al mencionar que, para pagar antes del 25 de marzo los 464 millones de dólares de fianza que les pide su señoría del estado de Nueva York, Arthur Engoron, (a Trump y su Organización se les imputan prácticas engañosas en su línea de negocios), tendrán que dejarse hasta los calzones.
Trump tiene dinero, se cree que unos 3 billones americanos. Sin embargo, para afrontar tamaño pago en metálico y con una fecha tope ardiéndole los pies solo le quedan unas cuantas soluciones. Pedirlo a amigos o conocidos, un crédito bancario, vender propiedades o declararse en bancarrota. Probablemente la Organización Trump huya de la petición de bancarrota, pues, sin duda, eso afectaría gravemente sus posibilidades de salir elegido presidente. Digamos que perdería caché ante sus devotos del sueño americano. Después de todo, ¿dónde se ha visto que un aspirante a la presidencia estadounidense esté pelao, que un fracasado se presente como candidato a la presidencia? Pues sí que.