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lunes, 6 de marzo de 2017

En tierras de Clinton


Hoy repasamos algunas de las chocantes leyes que se gastan en Arkansas, el estado en el que se crio Clinton, donde está penado pronunciar erróneamente el nombre del estado. Vamos, que si se es de Texas mejor que se esmere uno. Por si alguien tiene ir pensado a Arkansas, dejo aquí la pronunciación españolizada para que la vaya puliendo. ÁAAARQUENSA. 


Según el Artículo 19 Sección 1 de la Constitución de Arkansas, los que se declaren ateos no pueden ocupar cargos civiles ni tampoco testificar en un juicio. ¿Pero esto no era anticonstitucional?

Los arcansinos tampoco pueden pedirle a una mujer en el mes de julio que baile con ellos como tampoco pueden encender o apagar de forma repentina el coche en un restaurante de comida rápida. Eso de salir pitando del McDonald's hay que pensárselo dos veces primero.

La prohibición que sigue tiene mas razón de ser: es delito comer queso un viernes si no va acompañado de una botella de cerveza, y no puede ser de 33 cl, tiene que ser tamaño grande.

Por lo visto también es ilegal hacer hamburguesas con carne de murciélago o de búho.  

En Little Rock City están muy concienciados en lo que se refiere a los asuntos culinarios y han decidido que, tocar el claxon en un lugar donde se sirvan bebidas frías o sándwiches después de las 9 de la noche no está permitido. Supongo que el frío da impresión o puede ser que sea más difícil engullir el sándwich a esas horas de la tarde.

Y bonificación para Arkansas, que, por iniciativa republicana, intenta prohibir los libros del historiador Howard Zinn en las escuelas públicas. ¿Será tal vez por esto?

"Vivo en un país ocupado. Un pequeño grupo de extraños se han apoderado del país y tratan de hacer de él lo que les da la gana, sabéis, y lo hacen realmente." Quiero decir, para mí son extraños. Quiero decir, esa gente que cruza la frontera desde México, no me son extraños. Sabéis, los musulmanes que vienen a vivir a este país, no me son extraños. Esas manifestaciones, esas maravillosas manifestaciones que hemos visto hace tan poco a favor de los derechos de los inmigrantes, digamos, y habéis visto esos letreros que dicen: "Ningún ser humano me es extraño." Y pienso que es verdad. Con la excepción de esa gente en Washington.
 Lástima que Zinn no esté para ver el subidón en las ventas.

jueves, 2 de marzo de 2017

Poner los pies en Alaska

Me he dado cuenta de que no he puesto los pies en Alaska. Adentrémonos en el hielo, si es que con las temperaturas que tenemos aún queda algo. Y si, con Alabama vimos que los caballos eran los que salían bastante bien parados, en Alaska es a los alces y a los osos a los que se trata con mimo, mientras que las mujeres y aquellos que gusten de ponerse tacones llevan las de perder.

Despertar a un oso que está durmiendo para sacarse una foto con la criatura es ilegal, pero si no duerme, entonces, no hay problema: podemos dispararlo.

En vuelo está prohibido avistar alces. También es ilegal lanzar un alce vivo desde un avión en movimiento.

Los hombres no pueden ir totalmente desnudos por la calle y tampoco se puede robar nieve del vecino para hacer un muñeco de nieve (si es para un iglú está admitido).

Y la de los tacones. Eso de dar saltitos para evitar que el tacón o los dedos se nos queden atascados en un boquete nada. Es ilegal. Quizás ir a lomos de un alce pudiera esquivar la temida caída, pero poco se puede hacer porque las ordenanzas obligan a la policía a mantenerlos fuera de las calles.

Total, que en Alaska el fíjate por donde vas, no resulta reduntante.

miércoles, 15 de febrero de 2017

La ley de Alabama

Todos los estados tienen en su haber alguna que otra ley que, francamente, a veces resulta tan chocante, que parece que fue diseñada para poner a prueba los límites de nuestra credulidad.

Semanalmente y siguiendo el abecedario presentaré algunas normativas en cada estado.

Comenzamos con Alabama, donde, por lo visto, luchar contra un oso es ilegal, del mismo modo que llevar un bigote de pega que incite a la risa durante una celebración religiosa tampoco se admite.


Tampoco se puede imitar a una personalidad del clero. Y no se puede llevar un cucurucho para helados en los bolsillos. Creo que esta ley surgió por temor a que los caballos siguieran al provocador hasta su casa. La normativa decía que si el caballo te seguía no era robar (después de todo el caballo lo hacía voluntariamente).

Tampoco se puede abrir un paraguas en la calle por miedo a espantar a los caballos. Sin duda los caballos están muy bien considerados en Alabama.

También es ilegal conducir con los ojos vendados, como también lo es echar sal en las vías del tren, que puede estar penado con la muerte. Probablemente esta normativa tenga que ver con el miedo a un asalto al tren.