Y mientras esperamos a ver qué pasa en el estado de Georgia en su carrera al Senado y con las fiestas a un paso, abrimos boca con una receta apta para celíacos y para los intolerantes de la lactosa, pues se puede hacer con substituto del huevo. Panqueques de trigo sarraceno y harina de patata.
Foto de Peggy Greb, cortesía USDA ARS. |
Ingredientes:
- una taza de harina de trigo sarraceno.
- 1/3 taza de harina de patata.
- 3 cucharaditas de levadura química.
- 1/2 cucharadita de sal.
- De 1 a 3 cucharadas soperas de azúcar.
- Un huevo o sustituto de un huevo.
- 3 cucharadas soperas de aceite. Recomiendo el vegetal.
- 1/4 cucharadita de vainilla.
- Una taza y media de soja, leche de arroz o simplemente agua.
- Media taza, opcional, de arándanos.
Se mezcla todo y se extiende con un grosor majo, en sartén antiadherente previamente engrasada, un poquito de la mezcla, digamos que un cuarto de taza por panqueque. En cuanto aparezcan burbujitas en la superficie, damos la vuelta al panqueque y esperamos ahora a que salgan las burbujas en la cara que falta por hacer. La fritura puede llevar entre uno y dos minutos por lado. Cuando acabemos la masa, servimos los panqueques calentitos y los regamos por encima con sirope de arce, no tiene por qué ser necesariamente de arce, fruta o nata. Y a comer.
Este trigo sarraceno (un pseudocereal) se utiliza mucho en la cocina rusa, ucraniana y china, y, en Estados Unidos, tampoco falta. Durante los siglos XVIII y XIX era muy común en el país pero en el siglo XX casi que desapareció porque necesitaba mucho nitrógeno. Durante la Depresión vio un renacer porque crecía rápido y servía de alimento a los animales. En la década del 2000 al cultivo del trigo sarraceno se le volvió a dar otro impulso. Esta vez, porque el mercado quiso recuperar y, por tanto, apreciar, los llamados granos ancestrales. Aquí, la lista granulosa.