lunes, 11 de febrero de 2019

¿Y Ahab era?

Cutting up a blue whale

En agosto celebraremos el bicentenario del nacimiento de Herman Melville. En Arrowhead, la granja en la que escribiera la vida de Ahab y la ballena, una casa de campo rodeada de tierra que él una vez labrara, este año se podrá ver el festival de cine Moby Dick. Las películas son gratuitas. El ciclo que comenzó el 17 de enero se clausurará a finales de este mes. Y no. La película con Gregory Peck no se verá. Quizás por ser sobradamente conocida o tal vez como un acto de compasión hacia el capitán al que, en la película, no cabe duda de que se le representa casi como un desequilibrado mental.

Y es que el pobre capitán en el que basara Melville su libro tiene nombre y apellidos. Se trata del malhadado George Pollard Jr. Noviembre de 1820. A bordo del ballenero Essex, un cachalote de casi tres metros embistió el barco, haciéndole naufragar. Veinte hombres sobrevivieron a bordo de distintos botes. Uno de los que iban en el del capitán era un joven de dieciocho años, Owen Coffin, (Owen Féretro, ese era su apellido), y que daba la casualidad de que también era su primo. Sin nada que llevarse a la boca y tras dos meses y medio a la deriva, lo echaron a suertes: el que sacara la pajita más pequeña sería devorado por el resto. Fue el joven Coffin el desafortunado. Pollard se ofreció a sustituirlo, pero el joven rechazó la propuesta.

Pollard nunca se recuperó de aquel horror, sobre todo porque había prometido a la madre del muchacho que se lo devolvería sano y salvo. Parece que la tragedia siempre lo persiguiera, ya que volvió a acontecerle un segundo naufragio del que también sobrevivió, aunque este le puso el punto y final a su vida en alta mar, condenándolo a vigía nocturno en los muelles.

Cuando Pollard contaba sesenta años y Melville acababa de dar carpetazo a su magnum opus fue a visitarlo. Encontró un hombre de pocas palabras, atormentado de espanto y agonía. Tal efecto causó en Melville, que el autor le incluyó en su poema épico Clarel, el poema más largo de la literatura estadounidense.

jueves, 7 de febrero de 2019

kit de inglés 132: throw your hat in the ring

Dempsey through the ropes
Y ahora que tenemos a los demócratas afilándose los dientes para ver quién será el elegido, marchando una de lanzarse al ruedo. To throw your hat in the ring. Literalmente arrojar el sombrero al cuadrilátero y que podríamos traducir por nuestro entrar en la carrera política o proponerse como candidato.

Pronunciación sin miramientos: tu zróu yor jat in de ring. Y la buena aquí. (Minuto 1:01 y siguientes). 

El primer presidente que usó esta expresión fue Theodore Roosevelt, allá por 1912, aunque esta forma ya aparece registrada a principios del siglo diecinueve en Inglaterra. Sin embargo, fue especialmente entre los pioneros americanos donde cuajó. En el ámbito pugilístico, una vez más, parece estar su origen. Aquellos que quisieran retar al boxeador ganador tenían la oportunidad de indicar su intención arrojando el sombrero al ring. Una especie de lanzar el guante de épocas anteriores.

Frase de Teddy Roosevelt:

My hat's in the ring. 
Mi sombrero está en el cuadrilátero. En su caso. Me presento a la carrera presidencial. 

Que no te escapas

[Woodrow Wilson speaking at his first inauguration on the east portico of the U.S. Capitol, March 4, 1913, with the Great Seal of the United States hanging below him]
Y para hoy jueves el que fuera abogado de Trump, Michael Cohen, a testificar en el Capitolio. También lo hará el fiscal general en funciones, Matthew Whitaker, pero en su caso será el viernes. 

Las preguntitas para Cohen: mujeres, mujeres, mujeres. Quiénes recibieron buenos dineros para ocultar sus relaciones extramatrimoniales con el presidente. También le tocará responder sobre los asuntos económicos que supuestamente tiene el dirigente en Rusia. A Whitaker le reservan una cuestión de ética profesional. Por qué se está haciendo el sueco con la cuestión rusa. 

Lo mismo esa buena voluntad unificadora que mostró el presidente el martes se le agria. 

miércoles, 6 de febrero de 2019

¿Qué sale a la pantalla el Día de los Santos Inocentes?

Con la presentación en sociedad de Trump hoy en el Congreso otra de situaciones extrañas. Esta vez de la mano de The Twilight Zone. La serie de brochazos surrealistas que sacara adelante el magnífico Rod Serling en 1959 volverá a tomar las pantallas el día 1 de abril, coincidiendo precisamente con el Día de los Santos Inocentes en este país. CBS se encargará de su difusión. ¿Y cómo lo sé?

Gracias al Supertazonazo y a las cuñas publicitarias. Para anunciar la serie se eligió el estadio de fútbol americano Mercedes-Benz de Atlanta. El estadio en el que se celebró el partido que el domingo diera la victoria a los Patriotas de Nueva Inglaterra y la derrota a los Carneros de Los Ángeles. En el anuncio se ve a Jordan Peele, el valiente que hará las veces de Serling, atravesando una puerta situada en un campo sin espectadores. Como vacías, por cierto, quedaron hoy las aulas de mi instituto. El buen tiempo, 20 grados centígrados, y la celebración de la victoria de los Patriots en el centro de Boston, las ha dejado pelonas. Y los transportes hasta la bandera. Aquí dejo el video de la presentación de la serie.

[Football team at stadium]

lunes, 4 de febrero de 2019

El Nixon que hay en Trump

Y el discurso sobre el estado de la nación mañana a las 9 de la noche hora de Boston. Muchos demócratas han dicho que van a hacer pellas pero la Pelosi le estará respirando en el cogote. Creo que del muro ni se hablará. En su lugar, Trump intentará apelar al americano filtrando las palabras que nos dejara Nixon en su discurso de investidura del 73. No nos preguntemos qué es lo que cada uno puede hacer por el gobierno, sino qué puedo hacer yo que me beneficie. 

110.  Photocopied August 1978. REPAIRED SIDE WALL, NORTH SIDE, EAST OF RAILROAD BRIDGE, SEPTEMBER 27, 1917, SHOWING THE POURED CONCRETE WALL WHICH REPLACED THE EARLIER MASONRY AND STONE WALLS. MUCH OF THE MATERIAL WHICH HAD SLID INTO THE CANAL WAS NOT REMOVED UNTIL 1926. (839) - Michigan Lake Superior Power Company, Portage Street, Sault Ste. Marie, Chippewa County, MI

No se quieren enterar

"Our nation will be great -- it cannot shirk its duties" -- President Roosevelt, San Antonio, Texas

Me he estado paseando por entrevistas y algún que otro video promocional para apoyar a los candidatos demócratas y me ha dado por eliminar de un plumazo a Warren y Harris. No porque sean mujeres, aunque desgraciadamente me parece que esta circunstancia no les dé puntos, sino porque se han atrevido a decir lo innombrable: la frasecita prohibida que, creo recordar, Al Gore puso de moda. Aquí va. Pelearé por ti. 

A los americanos no les gusta que peleen por ellos. Son ellos los que se sienten orgullosos de sacar adelante al país. Pensar en la idea de un gobierno, un poder, a muchos les pone los pelos de punta. Kennedy, Clinton y Obama entendieron esto como nadie. El famoso discurso inaugural de Kennedy. Ask not what your country can do for you – ask what you can do for your country. No preguntes qué puede hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer tú por él, lo dice todo. Por si las moscas, he visitado el discurso en el que Kennedy anunciaba su candidatura a la presidencia, y, efectivamente, en este tampoco suelta la frase aniquiladora. 

Cory Booker me ha convencido más. En lugar de usar la ominosa sentencia, se ha decantado por un nosotros, los americanos, tenemos un objetivo común, que me parece más efectivo, aunque a Booker, de momento, y a decir por las cámaras, parece que le faltan la seguridad y el aplomo de los tres magníficos mencionados anteriormente. 

El que más me ha gustado: Julián Castro. Prácticamente un desconocido. Tejano. En la cuarentena. Casado y con hijos. De San Antonio. Seguro de sí mismo, magnífico orador, voz redonda, envolvente, no se anda por las ramas. Y ha dicho lo que tenía que decir: it doesn't matter what their politics are. No importa a quién voten. Integrador. Sabe lo que se hace. Una especie de Kennedy latino. Ahora solo necesita dinero que lo respalde. Y mucho. ¿Algún dinosaurio demócrata forrado que lo apoye? Hillary, ¿estás ahí? 

viernes, 1 de febrero de 2019

kit de inglés 131: let the chips fall where they may

Con tanto mareo presidencial, hoy let the chips fall where they may o lo que sería lo mismo: que pase lo que tenga que pasar, aceptar lo que venga. 

La pronunciación chapucera: let de chips fol guéa dei mei. Y la buena en el video de este joven imitador de REO Speedwagon (1:32 y siguientes). 

La expresión se remonta a finales del siglo diecinueve y salta del mundo de la carpintería. Para ser más exactos de la tala de árboles y del corte de la leña. El leñador hace su trabajo, que es fijarse en el corte en lugar de concentrarse en las virutas.  

[Two men building a log house, Kolhoz (collective farm), near Gorky, Russia]
Frase: Trump, Comey and Russia: Let the chips fall where they may
Trump, Comey y Rusia: que pase lo que tenga que pasar