viernes, 16 de octubre de 2020

Kit de inglés 215: laid-back

Hoy nos repanchingamos, pero tiene que ser en el respaldo de una silla, ya que de aquí deriva la expresión de la semana, laid-back. Literalmente "sentado en una silla con un respaldo ligeramente reclinado" comienza a emplearse como sinónimo de cómodorelajado de buen trato en los años 50 del siglo pasado. 

La pronunciación casera: "léid bak". Y la buena aquí.     


Frase: She has a laid-back attitude.

Ella se comporta de manera relajada. 

jueves, 15 de octubre de 2020

El saber más, cuestión de supervivencia.

El formato virtual o híbrido al que nos ha condenado la pandemia parece que ha descontrolado la cantidad de deberes que los profes mandan para casa. Si esta hubiera pillado a los niños de 1901, por lo menos a los de California, se hubieran librado de ellos. Es más, por aquel entonces, una ley prohibía que los menores de 15 años se llevaran trabajo a casa, ley que fue derogada en 1917. 

Pero no fue hasta la Guerra Fría, en concreto hasta el lanzamiento del Sputnik, en 1957, cuando el país comenzó a tomarse en serio "la amenaza rusa". Y de ahí, el ascenso meteórico de los deberes, sobre todo de las tareas de ciencias, matemáticas e idiomas, hasta llegar a otra nueva amenaza en los 80: la competitividad japonesa. Durante las décadas intermedias, los años 20 y la Gran Depresión, se siguió defendiendo, sobre todo por aquellos que eran de ideología más liberal, que hacer deberes en casa era una pérdida de tiempo y que, además, era pernicioso para la salud del estudiante. El filósofo y psicólogo John Dewey fue uno de los máximos exponentes de este movimiento antideberes. En los años 30, la Asociación de la Salud del niño le dio la razón a Dewey, defendiendo en un estudio que mandar deberes era un delito legalizado y que, hacerlos, aumentaba la tasa de mortalidad adolescente. El sedentarismo era el culpable, ya que propiciaba la diabetes, enfermedades cardiacas y la tuberculosis. 


Pero con la escasez de empleos que dejó la Gran Depresión, los estudiantes comenzaron a quedarse en el cole o en el insti después de clase con la esperanza de aprender más y hacerse con un buen empleo. Y así, hasta el Sputnik, que, a su vez, lanzó la National Defense Education Act, La Ley educativa para la defensa nacional, un billón de dólares americanos que se tomaban el saber más como una cuestión de supervivencia.  

lunes, 12 de octubre de 2020

¡Que bajo su techo solo vivan hombres sabios!

Y hoy, festivo, metidos en el primero de los cuatro días de audiencias que sacarán adelante la confirmación de Barrett, otra de efemérides. En este caso recordamos la colocación, en 1792, de la primera piedra de la residencia presidencial estadounidense, la Casa Blanca. Con primer inquilino el 1 de noviembre de 1800 el presidente John Adams y familia. La Casa Blanca se llamó así por el color grisáceo de la piedra franca virginiana con la que se levantó y que contrastaba con el color rojizo de las viviendas circundantes. 

El ingeniero francés Pierre Charles L'Enfant se encargó del trazado y de la distribución de los espacios, mientras que el americano de descendencia irlandesa, James Hoban, fue el que dirigió las obras. L'Enfant fue despedido ese mismo año en 1792. Y todo por culpa del Capitolio, que también se le había encomendado a él el mes anterior, pero enfrentamientos con los que le encargaron la obra pusieron punto y final a su participación.  

El edificio es de estilo neoclásico y está influenciado por la Casa Leinster en Dublín y un boceto que Hoban encontró en Libro de arquitectura, de James Gibb. 


Curiosidades: el sitio lo eligió George Washington en tierra que los estados de Maryland y Virginia donaron. En 1814, las tropas británicas prendieron fuego al edificio, que tuvo que ser reconstruido.    

Y otra curiosidad: en una de sus cartas a su esposa Abigail, John Adams dejó escrito: "ruego al cielo que colme a esta casa de las mejores bendiciones, y a quienes la habiten de aquí en adelante. ¡Que bajo su techo solo vivan hombres sabios!  Como recordatorio, Franklin D. Roosevelt hizo grabar estas palabras en el salón comedor. 

sábado, 10 de octubre de 2020

Kit de inglés 214: Are you kidding me?

Y esta semana, una de guasa con Are you kidding me? Literalmente "¿Estás comportándote como un niño conmigo?" y que podríamos traducir por ¿Me estás tomando el pelo? Este americanismo es relativamente nuevo, ya que se registra por primera vez en 1945. 

Probablemente la expresión parte de otra registrada en 1914, No kidding, y que en español equivaldría a nuestro sarcástico no me digas. Por cierto que, como sustantivo, kid tiene varios significados. Puede traducirse por "niño" o "niña". ¡Pero también es la cría de una cabra! Y ya que estamos rizando el rizo. Todos hemos oído hablar de Billy the Kid, "Billy el niño", me refiero al forajido americano, no al expolicía del franquismo. Pues bien, "Billy", es una palabra que, además de ser nombre de chico, "Guillermito", también puede significar "chivo", es decir, "cabra macho". 

Pronunciación casera de Are you kidding me?: "ar yu kídin mi?" Y la buena aquí.

martes, 6 de octubre de 2020

El joven Frankenstein.

Y, después de tanta intoxicación vírica, sobre todo presidencial, hoy, una ventana cultural con Frankenstein de Mary Shelley. Manual Cinema, de la mano de City Theatre, estos días, (la última representación será el 18 de octubre), lleva ofreciendo un espectáculo vistoso, creativo, entretenido y elegante del clásico. Duración, 65 minutos. La justa para que no se hiciera interminable y evitar la posibilidad de acabar en el barranco de la odiosa repetición, (entiendo que, a veces, pero solo a veces, la necesidad la reclama). 

El entorno, como si tuviera conciencia de que estábamos allí para que nos entrara miedo en el cuerpo, acompañó. Luna llena, viento, lluvia y claqueticlá de tren de fondo deslizándose con tranquilidad fantasmal en la cercanía nos clavó el espíritu victoriano de la obra. Y eso que manteníamos las ventanillas del coche bien subidas. No he mencionado que el espectáculo se proyectaba en un autocine, manera creativa para dar esquinazo a la Covid. Se nos facilitó una emisora de radio por la que salía la música en directo de una mini orquesta. 


Tras una pantalla gigante apoyada en los huesos de hierro de una antigua fábrica de acero, (el aire era tan fuerte que a veces conseguía doblarla, reforzando así el terror de la obra), actores de carne y hueso, creo recordar que todos eran mujeres, salpicaban su representación con la de marionetas iluminadas bajo los focos de un proyector que los actores acercaban o alejaban de este, dependiendo del efecto que buscaran. La puesta en escena del clásico me recordó al Bunraku japonés, pero, en este caso, tras la pantalla, aderezado también con fantásticas piezas musicales de cosecha propia, que, aquí y allí, me traían la locura del marilandés Frank Zappa. 

Aquí dejo el tráiler de Manual Cinema, la compañía que con tan buen tino ha captado la maternidad y el proceso creativo de la escritora Mary Shelly a través de su deslumbrante hijo, el joven Frankenstein.

lunes, 5 de octubre de 2020

A por el torio...

Y, mientras recuperamos al presidente, otro que también se recupera, y por mandato presidencial estadounidense. El uranio. El 30 de septiembre Trump firmó una orden ejecutiva declarando al uranio estadounidense especie amenazada. 

Lógicamente, la incapacidad china y rusa a la hora de comprometerse a disminuir su producción, ha hecho que el gobierno estadounidense, que, desde el 2015 ha ido bajando considerablemente la suya, vea la seguridad del país y su estabilidad económica  amenazadas.  

De momento, la independencia estadounidense de proveedores extranjeros queda garantizada por la gran cantidad de existencias con las que cuenta. Para las armas nucleares, que tiran de tritio, isótopo radioactivo que se usa como combustible nuclear, esa independencia alcanza hasta el 2041. La Armada, que necesita uranio enriquecido para mover los reactores nucleares, está de suerte, ya que se prevee que, por lo menos, hasta mediados del 2050, tenga existencias. La preocupación del gobierno no es infundada, ya que, de momento, los proveedores extranjeros tienen prohibido vender uranio con fines militares. 


Es en Utah, Tejas, Colorado y Arizona donde se encuentra el mayor número de minas de uranio del país. Sin embargo, muchas tuvieron que cerrar porque no eran rentables. Pero el uranio no solo tiene usos militares. TESLA, sin ir más lejos, necesita uranio para traernos el futuro a casa. Y ya que está por el mercado sostenible y las energías limpias, quizás Musk no tenga inconveniente en dejarse unos ahorrillos para estudiar fuentes alternativas, como el torio. China y La India ya llevan años experimentando con este combustible.

Y para los escépticos que piensen que las energías que no sean de origen fósil no pueden saciar la sed mundial y que necesitamos los combustibles fósiles como agua de mayo, aquí va un estudio, recientito, de la Universidad de Leeds. Según el estudio, con que, para el 2050, se aumentara un 17% la producción de energías de origen no fósil, los diez billones de personas que habitarán la Tierra en esa fecha podrán llevar una vida bastante digna y tendrán sus necesidades energéticas cubiertas.

Andrew Yang, uno de los pretendientes de la Casa Blanca en estas eleciones, ya se atrevió a ensalzaren su programa electoral los valores del torio como combustible alternativo. Y aquí, años antes, en el  2012, el ingeniero Kirk Sorensen, anunciando las posibilidades del mismo.

viernes, 2 de octubre de 2020

Kit de inglés 213: No more bullshit.

Y tras un primer debate marcado por una oratoria propia de la mismísima Atenas clásica, nos vamos con más vocabulario electoral. Hace unas semanas colgaba una entrega gracias a un vecino, y hoy, vuelvo a quedar en deuda con otro que ondeaba su eslógan en una impresionante bandera con un No more bullshit. 

Eslógan político cedido por la inventiva republicana y que debemos traducir por Basta ya de mentiras. La traducción literal: "no más mierda de toro".  ¿Y por qué excremento de toro? Probablemente por el fuerte olor que desprende. 

La pronunciación casera: "nóu mor búlshit". Y la buena aquí

Esta expresión idiomática parece surgir en 1915, y, años más tarde, en 1942, ya se registra su forma verbal. Como eslógan político para estas elecciones, el origen parece estar en Tulsa, Oklahoma.

Si se busca otro mensaje electoral pixelado en bandera que vaya más directo al corazón, quizás se prefiera, (advierto que lo que viene a continuación no es precisamente música angelical y que a algunos la combinatoria podría resultarles obsceno), optar por "Trump 2020. Fuck your feelings" y que podríamos traducir por "Trump para el 2020. A la porra con tus sentimientos ".      

Desgraciadamente tanto "No more bullshit" como "Fuck your feelings" vienen en talla única, con lo cual si el sentimiento a desplegar no cabe en la bandera, el propietario tendrá que explorar otras alternativas para desquitarse. Consuelo: el material es de alta calidad y a prueba de envejecimiento. Aunque no quiero ser agorera, pero algunas críticas se quejan de que la imagen, después de unas cuantas horas de exposición, se borra con facilidad.