viernes, 1 de enero de 2021

Kit de inglés 226: To hang out.

Y, como el año es muy joven y todos echamos de menos pasarlo en grande con los que queremos, una expresión que sacaron los adolescentes de la década de los años 50 del siglo pasado, aunque, como nombre, (hangout), ya existía a mediados del siglo XIX. To hang out. Literalmente "colgarse fuera" y que puede traducirse por salir con o pasar tiempo con.

Pronunciación casera: "heng áut". Y la buena aquí, con Steve, el profe de inglés. 

Frase: I want to hang out with my friends.

Quiero pasar tiempo con mis amigos.

Feliz cuelgue.

miércoles, 30 de diciembre de 2020

¿De quién es la culpa?

Hace unos días despedían del Walter Reed National Military Medical Center al doctor James Phillips, uno de los doctores que trató al presidente de la covid-19 cuando fue ingresado en octubre. Al doctor no creo que lo hayan puesto de patitas en la calle por ser un incompetente, sino más bien por atreverse a decir que el presidente no debía ir a darse un baño de masas estando con el virus subido, obligando a su equipo a compartir trumpomóvil.  


 Cortesía de USDA ARS. 

Estados Unidos lo está pasando mal para retener médicos y enfermeras, sobre todo en las zonas rurales. Uno pudiera pensar que es porque andan cortos de personal. Pues no, no: es porque los lugareños les están haciendo la vida imposible. Y, ¿cómo es eso? La culpa es del corona. Los nativos, tan metidos ellos en política, saben de buena tinta que lo de llevar máscaras es una pamema y que los muertos son virtuales. Como sigan así, su economía a seguir el mismo camino. Desvirtuada. Y, cuando los supervivientes negacionistas que necesiten atención médica tengan que recorrerse kilómetros y kilómetros en ambulancia para que los traten y el tiempo no los llegue, entonces, solo entonces, se acordarán, si su mente se lo permite, de la locura que les trajo el corona.       

lunes, 28 de diciembre de 2020

Esos ojos son míos.

Mientras esperamos a que el presidente coja el bolígrafo para firmar el paquete rescate, (acabo de enterarme que hace menos de una hora que lo ha firmado), el vicepresidente, como ya está vacunado, ha metido primera y se ha subido a las alturas de las pistas de esquí en Colorado y no aparecerá hasta que el paquete dé un suspiro a principios de enero. 

También en enero, el mismo día 1, suspirará un monumento estadounidense. Nada más ni nada menos que una de las vacas sagradas de la literatura estadounidense: El gran Gatsby. Ese día Gatsby será de todos ya que pasa a ser de dominio público. Muchos ya están temblando, pensando en los destrozos que sufrirá la obra a manos de unos desalmados. Tengamos en cuenta que, a partir de ese día, cualquiera podrá hacer lo que se le antoje con la obra. Añadir un final alternativo o colar monigotes entre párrafo y párrafo con la cara de Trump, por ejemplo, se librarán de la furia de herederos y abogados. (A menos que el presidente decida enzarzarse con el dibujante, que también es posible). En cambio, otros sufrirán más por el dinero que dejarán de embolsarse. 

Días después de su liberación, justo el 5 de enero, ya tenemos novela basada en el texto de Fitzgerald. Nick de Michael Farris Smith, una protosecuela del clásico que sigue los inicios de Nick Carraway. El libro arranca unos años antes de que el personaje se instale, en el verano de 1922, en el distrito West Egg, en Long Island. Farris Smith escribió la obra hace más de cinco años, pero la editorial, para evitarse problemas y disgustos, prefirió retrasar su publicación.

En la cubierta, los ojos, redondos y brillantes de una chica joven. Ojos que, inevitablemente, nos recuerdan a los que creara el artista Francis Cugat, hermano mayor de Xavier Cugat, para la obra de Fitzgerald. En los suyos, titulados Ojos celestiales, un desnudo femenino inunda cada pupila. Por lo visto fue un cartel publicitario que viera Cugat en lo que hoy es Flushing Meadows, un parque público en Queens, en la ciudad de Nueva York, el que le diera la inspiración. Por cierto que, al bueno de Hemingway, la cubierta le pareció horrorosa. 

Pues aunque a Hemingway le disgustara, afortunadamente esos ojos ya son nuestros.

jueves, 24 de diciembre de 2020

Kit de inglés 225: Christmas came early.

Y como ya estamos en vísperas de Navidad y el presidente nos ha dejado con la miel en los labios con su veto al paquete rescate, una expresión para tan sonadas fechas: Christmas came early. Literalmente las "Navidades llegaron pronto" y que pudiera traducirse por la Navidad llegó antes de tiempolas Navidades se adelantaron o, simplemente, tocarle a uno la lotería. 

La pronunciación casera: "crísmas quéim erli". Y la buena aquí, con la explicación, en inglés, del profesor James. 

No sabemos cuándo despegó esta forma, pero Google Ngram la localiza por primera vez en 1915, con un acelerón a partir de los años 40. Dice la leyenda que esta expresión se originó en Nuevo México, con un burrito para el desayuno. Y su aparición es un tanto escatológica. Las Navidades, que adoran la combinación del rojo con el verde, no hay más que ver al Grinch, también se extienden por el burrito con un chile verde y otro de color rojo. En cuestión de minutos, quizás horas, es probable que la reacción química obligue al burrista a evacuar. Si el desenlace es feliz, se dice que se adelantaron las Navidades o ya están aquí las Navidades.

Frase: Christmas came early for the American people.

A los americanos las Navidades les llegó antes de tiempo.

Feliz Navidad.

miércoles, 23 de diciembre de 2020

1839 Wylie Avenue.

Hace ya tiempo que August Wilson, el Shakespeare americano, me anda persiguiendo. En septiembre del año pasado se me presentó la ocasión de asistir a una representación teatral, al aire libre, cerca del domicilio ficticio, 1839 Wylie Avenue, en el que se supone sucede su obra Gem of the Ocean, La Gema del océano. Desgraciadamente, otros asuntos se cruzaron en el camino y al final no pudo ser. En octubre, ya de este año, nos llega la noticia de que la Universidad de Pittsburgh ha adquirido su legado. (Wilson era de Pittsburgh). Y más reciente aún. Hace unos días el Servicio Postal anunciaba que, el 28 de enero de 2021, coincidiendo con el Mes de la Herencia Negra, al dramaturgo se le concederá, en ceremonia virtual, su sello conmemorativo forever. El sello forever no pierde su validez y se puede usar en años venideros sin tener que pagar el incremento anual, siempre y cuando la carta no pese más de una onza. Esto es, unos 28 gramos. 

Un sello más que merecido para uno de los mejores dramaturgos de este país. Wilson, que se crió en Hill District, el Harlem pitsburgués, lo pasó mal aquí. Su padre, un panadero alemán con problemas de alcoholismo, abandonó a la familia. En cuanto pudo, Wilson dejó Pittsburgh, una ciudad a la que él consideraba muy dura. El hecho de que Wilson, (este tomó el apellido de su madre), fuera hijo de madre africanoamericana y padre blanco, no le facilitaba las cosas. Saint Paul, en Minesota, fue la ciudad en la que se estableció y en la que escribiera las dos obras que le valieran el Pulitzer. Uno por "Fences", ("Vallas" o "Rejas") de 1985, y otro por "The Piano Lessons", ("Las lecciones de piano"), de 1987. Las dos obras pertenecen al denominado Ciclo de Pittsburgh, también conocido como Ciclo del siglo americano, una  revisión de la experiencia de ser afroamericano en distintas décadas. Todas las obras, con la excepción de una, Ma Rainey's Black Bottom, La madre del blues, película que, por cierto, se acaba de estrenar en Netflix y que tiene lugar en Chicago, se encuadran en Pittsburgh. Las obras, curiosamente, no se escribieron en orden cronológico. 

Gem of the Ocean, (el título hace referencia a una canción patriótica que seguro nos suena), obra que mencionaba al principio, es la que abre la serie, situándonos en 1904. Aunt Ester, mujer que había sido esclava y que es uno de los personajes principales, aparece en nueve de las diez obras que conforman este ciclo. La Tía Ester, que tiene 285 años cuando comienza la serie y vive en ese imaginado 1839 Wylie Avenue, tiene algo de personaje de García Márquez. Ese gusto por lo mágico, los espíritus y lo ancestral. Aunque hay que decir que Wilson sentía mayor debilidad por Borges.  

Esperemos que la Tía Ester no se tomara a mal este plantón, y pronto recompense a los que la dejamos escapar con una de sus apariciones.   

lunes, 21 de diciembre de 2020

¿Volverá?

Ya parece que demócratas y republicanos se han puesto de acuerdo en lo que lleva el nuevo paquete rescate. El presidente quería dar a toda costa otra ronda de 1200 dólares, pero la ciudadanía tendrá que conformarse con la mitad. 


Otro asunto en el que el presidente exhibe parecida insistencia es en su negativa a admitir que ha perdido las elecciones y que, para el 20 de enero, tiene que desalojar la Casa Blanca. Algunos piensan que tiene jugada preparada. Anunciar, también ese día, su candidatura para el 2024. 

Lo que haga el presidente saliente mientras espera en la casilla de cuatro años sin moverse aún se desconoce. Algunos han mencionado que quizás se haga hueco en la Fox, en Newsmax, Christopher Ruddy, el presidente de este medio de comunicación es amigo suyo, o en One American News.

Poca cosa me parecen a mí estas alternativas. Y no porque piense que le vayan a ofrecer cuatro duros, sino porque el presidente es hombre de negocios y seguro que prefiere montarse su propio imperio mediático. Trump no se atusa el pelo por nada. Está esperando el fulgor de las cámaras. Las suyas...

viernes, 18 de diciembre de 2020

Kit de inglés 224: Smack dab.

Esta semana, smack dab. Literalmente "golpecito gotita" y que debería traducirse por el adverbio precisamente o justamente.

La pronunciación casera: "ssssmak dab". Y la buena aquí, al piano el maravilloso Conde Basie y voz del magnífico Joe Williams. 

La primera vez que se registra esta forma es en 1892, cuando aparece de manera escrita en Dialect Notes, la publicación anual de la Sociedad Dialectal Estadounidense.  

Esta es la frase en la que aparecía. 

He hit him smack dab in the mouth.

Le dio justo en los morros.