Cuando los muy, pero que muy ricos, crean una organización para pedir que les suban los impuestos y se echan a la carretera para explicar cómo los que están en la cima se las ingenian para esquivar el pago de impuestos, sabemos que algo anda mal, pero que muy mal...
Millonarios Patriotas (Patriotic Millonaires), así se llama este grupo que acaba de comenzar sus clases en una zona deprimida de Carolina del Norte, feudo trumpista. Para animar al público, eso sí, a los asistentes se les dio de cenar, hubo rifa de premios y un regalito de 50 dólares. Erica Payne es la fundadora del grupo. Payne es realista, y sabe que no solo de pollo vive el hombre. Eso sí, le queda la alegría de saber que, los que han ido, se llevan el PowerPoint de la presentación en la cabeza y pueden comenzar a repartir la buena nueva entre los suyos. A continuación, algunas de las joyitas que nos dejaron estos Patriotas.
Que, en los años 60 del siglo pasado, los presidentes de las empresas estadounidenses cobraban unas 20 veces más que el trabajador medio. Hoy por hoy, esa cifra se multiplica por cientos. Que, Carolina del Norte, estado bisagra que dio a Trump ganador en las elecciones pasadas, ha prohibido a sus ciudades que suban el salario mínimo interprofesional (en Carolina del Norte está a 7, 25 dólares la hora). Y que, sorpresa, algunas de las empresas más archiconocidas y potentes de Estados Unidos prácticamente no saben lo que es ingresar dinero en las arcas públicas. Una plantilla de abogados con renombre lo es todo.
Siguiente parada patriótica: Wisconsin. Luego vendrá Pensilvania, aunque también se puede encontrar al grupo dando clases virtuales. Vamos a ver si este patriotismo despega o se queda en agua de borrajas para pasar las joyitas.