La que sigue parece también una de Halloween. En versión más moderna. Al video le acompaña Let the bodies hit the floor (Deja que los cuerpos se golpeen contra el suelo). Una canción del grupo de rock Drowning Pool que un creativo usuario ha puesto como banda sonora a una operación masiva para despertar a base de tumbazos a los correligionarios. Aquí no se mira la edad, ni si el ardiente hipnotizado sufre de artritis y del batacazo no se recuperará en los días que le quedan por vivir. Aquí lo que importa es que, cuando Benny Hinn, no hay que confundirlo con Benny Hill, el comediante, les arree un golpe en la sien o les dé una ventolera a lo John Travolta con la chaqueta se caigan todo lo anchos que son.
Hinn es israelí pero hace años que vive en Estados Unidos. Los teleevangelistas siempre cuentan con un rinconcito especial en la Tierra donde todo es Posible. Y si les acompañan efectos especiales, éxito asegurado. Las intenciones de Hinn, lógicamente, se sienten en la cara y en otras partes del cuerpo. Y supongo que en ciertas partes de la vestimenta, como el bolsillo. Lo que no tengo tan claro es de dónde les sale a los fieles ese ardor por las cruzadas milagrosas que dicen sanan al enfermo. ¿El poder de la sugestión? Desesperación ¿tal vez? ¿Quizás el gustazo de verse frente a la cámara? ¿Serán trabajadores a sueldo? ¿O a lo mejor no sienten nada y es el temor a quedar en evidencia, de ahí, el efecto dominó, si uno cae nos tiramos todos?
Una cosa está clara: Hinn no va a impedir que los cuerpos dejen de besar el suelo.
martes, 31 de octubre de 2017
domingo, 29 de octubre de 2017
Los Corwins en su casa
Salem por Halloween es la ciudad ideal para celebrar los fundamentalismos, la histeria colectiva y el nos la han metido pero bien. No creo que siga albergando la locura que una vez le dio fama, pero no cabe duda de que una de sus fuentes de ingreso son los desgraciadamente famosos Juicios de Salem que tuvieron lugar allá por 1692 y en los que se acusaron a varios vecinos de practicar brujería. Como resultado, veinte personas no volvieron a ver la luz. Eso sí, las descabezadas cabezas promotoras de la cacería, cuatro años más tarde se retractaron por escrito del horror, pero claro, las víctimas no pudieron escuchar el mea culpa. Particularmente memorable es la figura de George Corwin, el Estrangulador, el sheriff del condado en el que se encuentra la ciudad, y al que se le reconoce el mérito de haber firmado la horca para diecinueve personas y haber torturado a otras cuantas. Las propiedades que dejaban estos desgraciados, a la buchaca del Corwin. Recordemos que, por aquel entonces, a las mujeres apenas se nos oía, mucho menos con una acusación de tamaña envergadura. A Corwin no le dio tiempo a retractarse porque en 1696 a los treinta le arreó un ataque al corazón. Quizás la rabia y la pena de no haber podido ventilarse a más, la consecuente pérdida de poder adquisitivo y el lento pero progresivo despertar de la gente tuvieran algo que ver.
Y un poco de justicia poética: uno de los acusados que se libró de la muerte, Phillip English, era uno de los ricos más ricos de la ciudad: un anglicano casado con aristócrata al que le gustaba la ostentación. Pero sobre todo, tenía amigos. Y muchos. Aunque Corwin los llevó a su esposa y a él a prisión, lograron salvar la vida gracias a uno de ellos. En 1693 la histeria amainó y volvieron a Salem. English, después de muchos intentos, solo consiguió que le devolvieran lo que le habían quitado haciéndose con el cuerpo del fallecido que ya iba camino al cementerio. Días más tarde, la familia accedió al trueque. Cuerpo por plata y joyas. Corwin no sabía que, después de muerto, dejaría a la familia un poco más pobre.
La familia del fallecido, digo yo que para evitar los olores y que se descuartizara el cuerpo, algunos ya iban despabilándose del embrujo, lo enterraron en el sótano de la casa en la que precisamente torturaba a sus víctimas, la Casa de Joshua Ward, aunque con el tiempo se le sacó de allí para evitar otro posible ataque. Ahora es punto de encuentro para actividades paranormales y vende como rosquillas.
Arthur Miller, el dramaturgo neoyorquino al que muchos recuerdan por haber cohabitado con la rubia de la Marilyn, además de tener esa suerte, también sabía actualizar la historia. Un refugio, dentro y fuera de las aulas, resguardado de la malasombra de zombies y vampiros, es su obra The Crucible, El Crisol. Y si apetece una pieza más corta y menos conocida, The Lottery, La Lotería, un relato que la magnífica Shirley Jackson publicara en 1948, cinco años antes de que Miller sacara El Crisol.
Con un poco de suerte los Corwins se quedan en casa. En la suya, me explico.
Y un poco de justicia poética: uno de los acusados que se libró de la muerte, Phillip English, era uno de los ricos más ricos de la ciudad: un anglicano casado con aristócrata al que le gustaba la ostentación. Pero sobre todo, tenía amigos. Y muchos. Aunque Corwin los llevó a su esposa y a él a prisión, lograron salvar la vida gracias a uno de ellos. En 1693 la histeria amainó y volvieron a Salem. English, después de muchos intentos, solo consiguió que le devolvieran lo que le habían quitado haciéndose con el cuerpo del fallecido que ya iba camino al cementerio. Días más tarde, la familia accedió al trueque. Cuerpo por plata y joyas. Corwin no sabía que, después de muerto, dejaría a la familia un poco más pobre.
La familia del fallecido, digo yo que para evitar los olores y que se descuartizara el cuerpo, algunos ya iban despabilándose del embrujo, lo enterraron en el sótano de la casa en la que precisamente torturaba a sus víctimas, la Casa de Joshua Ward, aunque con el tiempo se le sacó de allí para evitar otro posible ataque. Ahora es punto de encuentro para actividades paranormales y vende como rosquillas.
Arthur Miller, el dramaturgo neoyorquino al que muchos recuerdan por haber cohabitado con la rubia de la Marilyn, además de tener esa suerte, también sabía actualizar la historia. Un refugio, dentro y fuera de las aulas, resguardado de la malasombra de zombies y vampiros, es su obra The Crucible, El Crisol. Y si apetece una pieza más corta y menos conocida, The Lottery, La Lotería, un relato que la magnífica Shirley Jackson publicara en 1948, cinco años antes de que Miller sacara El Crisol.
Con un poco de suerte los Corwins se quedan en casa. En la suya, me explico.
jueves, 26 de octubre de 2017
Kit de inglés 64: To stop dead in someone's tracks
La expresión de la semana tiene que ver con trenes. To stop dead in someone´s tracks, nuestro parar en seco. Marchando una de pronunciación irreverente. Tu ssstop ded in sámguans traks. Recordemos que la s de stop debe pronunciarse sin ayuda de una e. Y aquí la certificada, en partes.
Parece ser que la expresión comenzó a utilizarse en los estados del sur, probablemente entre los años 1890 y 1920, cuando los trenes iban a todo vapor. En el momento en el que dejaba de alimentarse la máquina, ya se sabía lo que pasaba. Que el tren se paraba en seco pillando al personal desprevenido.
Parece ser que la expresión comenzó a utilizarse en los estados del sur, probablemente entre los años 1890 y 1920, cuando los trenes iban a todo vapor. En el momento en el que dejaba de alimentarse la máquina, ya se sabía lo que pasaba. Que el tren se paraba en seco pillando al personal desprevenido.
martes, 24 de octubre de 2017
De ejecución automática
Confirmación de lo que se esperaba: que si existe una normativa para controlar el despacho de armas de andar por casa, las de cañón corto, se entiende, los homicidios disminuyen. También se ha confirmado que los homicidios suben cuando las leyes se lo toman con relajación.
Massachusetts es el estado donde se da el menor número de fallecimientos en Estados Unidos causados por la tenencia de este tipo de armas, seguido de Hawái, Nueva York y Rhode Island, todos estados demócratas. En lo que se refiere al derecho a portar un arma oculta, en doce estados no se requiere ningún tipo de permiso. En nueve, el estado tiene derecho a decidir si emite o no el permiso pertinente que permita llevar un arma oculta, mientras que en los veintinueve restantes, si el solicitante cumple los requisitos, se le da sin objeción. El profesor universitario Michael Siegel y su equipo se han encargado de la estadística que concluye que los estados en los que se expide el arma sin objeción, los homicidios con arma de mano tienen un índice superior. Sorprendentemente, la diferencia en los homicidios producidos con armas de cañón largo no era significativa.
Los republicanos ya se han echado a darle mordiscos a la estadística argumentando que los datos están maquillados con factores tales como los aspectos demográficos o que no se distingue si el personal vive en zona rural o urbana. Puede que tiren de maquillaje, pero los resultados no podían estar más demacrados. Aquí la estadística.
lunes, 23 de octubre de 2017
Premio a la maría
Hace unas semanas que salimos del festival de la marihuana en Boston, cuando nos metemos en la primera Copa Cannabis de Nueva Inglaterra organizada por la revista High Times, especializada en cannabis. Por supuesto, como siempre, una entradita del ala, en este caso 100 dólares, que da derecho a probar las hierbas de los competidores. Eso sí, hay premio. Y para recogerlo hay que irse hasta Rhode Island, el estado en el que tiene lugar la competición.
El estado de Massachusetts fue el primero en permitirla a este lado de la costa, es legal desde el 2016, y ahora los futuros vendedores calientan motores para cuando abran las puertas en julio de 2018. Eso sí, las existencias se van a acabar, y pronto, así que no cabe duda de que estamos ante un gran negocio. También la representación burocrática verá cómo se hinchan sus arcas, empezando por los cinco miembros de la Comisión encargada de controlar a la maría, que cobrarán una cifra que, sin los efectos del humo, también los llevará hasta las nubes con sus más de 160000 dólares al año. Los asistirán un consejo de veintidós voluntarios, mientras que otros trece, también voluntarios, se encargarán de los que conducen bajo los efectos de la plantita. Si la cosa va bien, subidón de impuestos, no cabe duda, que esperemos sea lucido y revierta en los contribuyentes.
A los propietarios de los establecimientos del estado en el que me encuentro, no sé a cuánto les saldrá comprar la licencia, pero se prevé que entre abogados, grupos de presión política y consejeros, el negocio rinda más de mil millones de dólares. Como pasa con el alcohol, la licencia no será barata, aunque estoy convencida de que con una cuantas caladas y con unos toques de alquitrán y otras menudencias se amortizará en un pispás...
domingo, 22 de octubre de 2017
Ellos los prefieren muy muy ...
Una visita al supermercado local (Stop and Shop) me lo recuerda. Que uno de cada tres estadounidenses, según datos del 2014, sufre de obesidad. Y lo que es más gordo, no ponen mucho de su parte para evitarlo. Y digo esto porque ayer, una pareja joven a bordo de un cuatro por cuatro, prefirió dar unas cuantas vueltas en el aparcamiento hasta dar con el sitio ansiado. Lo más cercano a la entrada posible. Vamos, que mejor tirar de gasolina y de paso arrancarse unos tufos, antes que de tacón.
No es que diera la circunstancia de que yo también estuviera empleando semejante técnica, ni de que peleáramos por la misma plaza, pero me llamó la atención el hecho de que se movieran tan despacio con la cantidad de plazas libres que quedaban. De ahí que les siguiera hasta que descendieran del coche. Ninguno de los dos cojeaba o iba en muletas, con lo cual resolví que no podía ser otra cosa que no fuera vaguería. La pareja resultó ser afroamericana. Es entre ellos donde la obesidad se dispara, seguida, muy de cerca, por los hispanos. Como era de esperar son los asiáticos los que sufren menos de este mal con una diferencia abismal.
Y Massachusetts no es de los estados peor parados. Virgina Occidental se lleva la palma con un 37,7 %. Colorado es el estado más sanote con un 22, 3%, aunque este año ha visto un incremento con respecto al anterior.
Vamos, que las aseguradoras médicas y las petroleras también tienen motivos para estar más anchos que largos.
No es que diera la circunstancia de que yo también estuviera empleando semejante técnica, ni de que peleáramos por la misma plaza, pero me llamó la atención el hecho de que se movieran tan despacio con la cantidad de plazas libres que quedaban. De ahí que les siguiera hasta que descendieran del coche. Ninguno de los dos cojeaba o iba en muletas, con lo cual resolví que no podía ser otra cosa que no fuera vaguería. La pareja resultó ser afroamericana. Es entre ellos donde la obesidad se dispara, seguida, muy de cerca, por los hispanos. Como era de esperar son los asiáticos los que sufren menos de este mal con una diferencia abismal.
Y Massachusetts no es de los estados peor parados. Virgina Occidental se lleva la palma con un 37,7 %. Colorado es el estado más sanote con un 22, 3%, aunque este año ha visto un incremento con respecto al anterior.
Vamos, que las aseguradoras médicas y las petroleras también tienen motivos para estar más anchos que largos.
viernes, 20 de octubre de 2017
Kit de inglés 63: to call on the carpet
Con la expresión de hoy, por los suelos. Y digo por los suelos porque en su sentido literal podemos traducirla por llamar a la moqueta. Una aproximación a la pronunciación: Kol on de cáaarpet. Y aquí la buena (minuto 1:30).
La forma on the carpet comenzó a usarse en el siglo XVII para referirse al tapete que cubría las mesas de reuniones. Por aquel entonces la expresión se usaba para indicar que se estaba estudiando un asunto. Dos siglos más tarde, ya en América, el tapete se hace moqueta, y la palabra call, llamar, se incorpora al conjunto para formar este modismo que viene a traducirse por "echar una bronca" o "reprender a alguien", normalmente a gritos. La expresión aparece por primera vez en 1902. En aquellos años la moqueta era el último grito entre la gente adinerada, los cuales llamaban a sus subalternos o empleados a que se pasaran por su despacho o salón enmoquetado, de ahí la referencia a la moqueta.
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