viernes, 30 de agosto de 2024

Kit de inglés 400: out of whack

Esta semana seguimos con meneos y derribos con out of whack, literalmente "fuera de porrazo" y que podríamos traducir por no ir bien.

Pronunciación mamporrera: "áut ov huak". Y la buena aquí, con el entrenador Shane.

Se desconoce el origen de esta expresión, pero es a finales del siglo XIX cuando se registra por primera vez de manera escrita. Fue en las fábricas donde se aupó su uso, seguramente por maquinaria defectuosa a la que los trabajadores tendrían que animar para que arrancara a base de mamporros.

Frase: The elevator is out of whack.

El ascensor no funciona bien.   

martes, 27 de agosto de 2024

¿A que te quemo? Y la Francia dice no

Agosto es WITMonthesto es, el mes de las escritoras que no escriben en inglés y que son traducidas al inglés también por mujeres. Y, para conmemorarlo, nada mejor que agradecer a libreros y editores, en este caso a una librera editora, su comprometida labor. Hoy, rescato a una mujer estadounidense que galopó bastante por el mundo y que conoció como nadie la Francia de los años modernistas. Hija de un pastor presbiteriano, Sylvia Beach sabía lo que era estar en constante danza. Un año aquí, otro allí, siempre atenta a la voz del padre que anunciara el nuevo destino en el que predicar. 

En Francia estuvo tres años, de 1902 a 1905, con sus padres y hermanas antes de volverse a Nueva Jersey. Pero los aires franceses de seguro que ya habían calado ondamente en la joven, probablemente por la libertad que respiraba el país europeo frente a lacorrientes sofocantes y puritanas que desprendía América la grande. 

El hecho de que Sylvia fuera homosexual debió contribuir en su elección. En 1907, vuelve a tantear Francia con una aparición en Italia. Incluso pasa en España dos años con su madre, de 1914 a 1916, donde, por lo visto, adquirirá una capa y un sombrero de cuya existencia sabremos porque su futura socia, una de las primeras mujeres francesas al frente de una librería, luego también compañera sentimental, Adrenne Monnier, la recuerda con este atuendo el día que la conoció. Al final, en 1916 Sylvia finalmente se establecerá en París para estudiar poesía francesa. 

La Maison des Amis des Livres, La casa de los amigos de los libros, la librería de Monnier, entrará Sylvia, buscando material que le ponga en la pista de poetas contemporáneos franceses. La americana le confiesa que quiere abrir una librería pero le dice que no sabe qué libros adquirir, y es cuando Monnier, con su olfato para los negocios, la que probablemente le dé la idea: una librería con libros en inglés. 

En 1919, a los 32, con dinero de su madre y lo que tenía ahorrado, la Shakespeare and Companyqué otro nombre pudiera darle, entra en escena. Los sueños de la librera y el de muchos escritores se hacen realidad. Por sus puertas pasaron artesanos de la pluma como Ezra Pound, Hemingway o Beckett. Pero es a James Joyce, y en especial a su Ulises, al que Sylvia dedica más tiempoEzra Pound ya había empujado la puerta un tanto para que un haz de luz se descolgara sobre el irlandés. 

De hecho, en 1918 Pound ya había comenzado a enviar las editoras Jane Heap y Margaret Anderson, también pareja sentimental, los primeros capítulos del Ulises para que los fueran publicando por entregas en su revista The Little Review, revista que, por cierto, casi las lleva a la ruina. La publicación tuvo que cesar en 1920, fecha en la que el correo estadounidense intercepta cuatro ejemplares de la revista a los que alguien, sin duda, les pega una atenta lectura para, acto seguido y una vez evaluados, dictaminar que, en escena propia del Quijote, hay que prenderles fuego. 

A las editoras se las acusa de obscenidad en el juicio y se quedan con prohibición de publicación de la obra y onerosa multa. Finalmente, el corte de mangas a las autoridades se lo da la Shakespeare desde Francia, donde, un 2 de febrero de 1922, la expatriada Beach saca la totalidad de este hito modernista. Fue ella la que creó la palabra Bloomsday, ese 16 de junio en el que Joyce corteja a Nora Barnacle en su Ulises y que, año tras año, celebramos y queremos seguir celebrando. Sin quema de libros, please.

jueves, 22 de agosto de 2024

Kit de inglés 399: up your alley

Esta semana nos vamos a la calle con up your alley, literalmente "arriba tu callejuela", y que podríamos traducir por venir como anillo al dedovenir de perilla y expresiones similares.

Pronunciación encajonada: "ap yor áli". Y la buena aquí, con el profe Kevin. 

Se desconoce cuál es el origen de esta expresión. Parece que este uso metafórico lo registra, por primera vez de manera escrita, Mildred Evans Gilman en 1931 con su obra Sob Sister y que, por cierto, cuenta con película, romántica, del mismo año. Existe una forma equivalente en inglés británico pero que, en lugar de utilizar la palabra callejuela o pasaje, alley, tira por street, simplemente calle. La forma británica es anterior. Se registra en 1929.

Algunos defienden que esta expresión nace de las partidas de bolos, donde existen calles en las que, al final, se colocan los bolos a derribar. 

Frase: Cooking is right up your alley.

Estás en tu elemento (la cocina) y, encima, se te da muy bien. 

martes, 20 de agosto de 2024

¿ Pleno al bolo?

La semana pasada nos íbamos a echar una partidita a los bolos con up your alley y seguimos en la bolera para anotar unos cuantos puntos sobre su historia.

Lógicamente, los bolos no son de ahora. Según el arqueólogo-egiptólogo Sir Flinders Petrie, esta actividad comienza a moverse en Egipto hacia el 3200 antes de Cristo. En la tumba de un niño encontró, allá por los años 30 del siglo pasado, una colección de objetos, entre los cuales Sir Flinders Petrie determinó que, algunos de ellos, parecían ser útiles para la práctica de dicho juego.  

El Bowling Museum & Hall of Fame, Museo de los Bolos, en Tejas, también nos cuenta que un historiador alemán, William Pehle, reclamó los orígenes de dicho juego para Alemania, dando al año 300 después de Cristo el punto de partida, aunque no hay constancia de ello. Pero en 1366, en Inglaterra, ya sí que sabemos de su presencia. Parece ser que el rey Eduardo III prohibió este juego para mantener a sus tropas concentradas en la práctica del tiro con arco. Y con el rey Enrique VIII, ya existían distintas modalidades del juego. 

A América, los colonos ingleses, holandeses y alemanes se trajeron sus distintas modalidades y estilos. Por cierto que, la primera mención literaria de los bolos en el país, nos la trae su excelencia, el embajador Washington Irving, en su relato de 1818, Rip Van Winkle. Es el ruido que hacen los bolos al chocar lo que despierta al dormilón. 

Y es en Nueva York donde tenemos las primeras boleras americanas, cerradas y con distintas pistas. A finales de 1830 ya contamos con la primera. Y aparece en el hotel Knickerbocker. Tres pistas tenía. La superficie de la pista no estaba hecha de madera, sino de arcilla. En menos de veinte años, la ciudad de Nueva York ya cuenta con más de cuatrocientas boleras, de ahí que se haya ganado el apelativo de "capital norteamericana de los bolos".   

Y volvemos un momentito a Alemania, sí, para rescatar ni más ni menos que a Martín Lutero, el impulsor de la Reforma protestante, el cual era gran apasionado del juego. Tanto era así que, en 1511, colaboró en la formalización de sus reglas, imponiendo, definitivamente, nueve bolos en el reglamento. Quizás este número tuviera algún significado sagrado para Lutero.

 Al igual que en Alemania y en otros países de Europa, Estados Unidos siguió esta práctica de jugar con nueve bolos. Pero solo hasta los años 30 del siglo XIX, momento en el cual el número de bolos pasa de nueve a diez y con diez se ha quedado. En la actualidad solo las pistas de Texas alternan los nueve con los diez bolos. ¿A qué se debió el cambio? Por lo visto al absentismo laboral y al gusto de los devotos por dejarse los dineros en apuestas. 

Para animar al público a que apartara de sí esos vicios y se remangara, algunos estados prohibieron la actividad. El estado de Connecticut fue, mediante legislación de 1841, el primero en prohibirlo. Por cierto, para los amantes de los deportes. Recordemos que Connecticut es uno de los tres estados, los otros dos son Florida y Texas, en los que todavía se puede practicar jai alai. Otros estados también prohibieron el juego de bolos, pero como en su normativa solo se hacía referencia a la modalidad con nueve bolos, enseguida se la dio esquinazo añadiendo un pino más al juego.

En Estados Unidos, el reglamento vendría siglos después, en 1895, con el American Bowling Congress, Congreso Americano de Bolos. Como sospechamos, el congreso versión femenina, el Women's International Bowling Congress, Congreso Internacional de Bolos Femenino, es más tardío. Este tuvo lugar en 1917 en la ciudad de San Luis. 

Es a principios de los años 50, con la incorporación de maquinaria de la American Machine and Foundry Company, y gracias al efecto televisión, cuando la popularidad del deporte se dispara. Y una nota sobre la bola. La bola para derribar los bolos también ha sufrido cambios importantes a lo largo de su historia y ya no es el pedrusco del Neolítico. En un principio solía estar hecha de palo santo, una madera muy dura. En 1906, la Brunswick Corporation saca la bola de goma Mineralite. La goma se fue abandonando en los años 60 del siglo pasado y en la actualidad parece que es el poliéster, material con menor fricción, el que se ha adueñado de la pista. 

Noventa y cinco millones de jugadores en más de noventa países, aunque, en Estados Unidos, este pasatiempo-deporte está perdiendo tirón.

domingo, 18 de agosto de 2024

Kit de inglés 398: a wing and a prayer

Esta semana nos vamos a Broadway con a wing and a prayer, literalmente "un ala y una oración" y que podríamos traducir por pocas posiblidades de éxito.

Pronunciación libre: "gúing and a préyer". Y la buena aquí, con la fantástica serie televisiva de los años 80 del siglo pasado, El gran héroe americano

Esta expresión surge de la letra de la canción que lleva el mismo nombre y que también sirvió para dar título a la película bélica Alas y una plegaria, de 1943. El autor de dicha letra fue Harold Adamson. Otras letras de las que puede presumir las encontramos en las películas Tú y yo o en La vuelta al mundo en 80 días, que compuso junto a Víctor Young. En la serie televisiva Te quiero, Lucy también participó como letrista junto a Eliot Daniel. Y una pieza musical de su factura: "When Love Goes Wrong", de Los caballeros las prefieren rubias

martes, 13 de agosto de 2024

Mientras sueño en americano, ¿me lo como en?

Hace tiempo veíamos en el kit de inglés blue-plate special, y hoy, aprovechando que seguimos en periodo vacacional, nos volvemos a echar a la carretera con una entrada en los diners, esos icónicos vagones-restaurantes con luces de neón en el exterior y gramola, jukebox, dentro, en los que uno podía calentarse las entrañas gracias a un menú bastante aceitoso pero, en cuestión pecuniaria, muy apto para cardíacos (por un módico precio podías ponerte hasta arriba sin que se te quedara el bolsillo en tembladera). Aún quedan unos cuantos, especialmente en la costa este, sobre todo en Nueva Jersey. Muchos de estos vagones de película (infinidad de ellos han tenido presencia cinematográfica y seriéfila, a bote pronto se me ocurren Mulholland Drive, CasinoSpider-Man) han cambiado los precios, lógicamente para ajustarse a la inflación y sobrevivir al vendaval de gustos que nos come. Los menús también han cambiado. Hay diners que se han especializado en comida tailandesa o los que han dejado las carnes por un menú vegetariano. 

Fue Walter Scott, un aventurero de Providence, Rhode Island, el que en, 1872, se echó a la nocturnidad providenciana por primera vez, con un vagón tirado por un caballo. Y digo nocturnidad porque fue en la noche donde Scott vislumbró la oportunidad de negocio, para servir a clientes after hours que, bien a la salida del teatro o de un trabajo nocturno no tenían nada que llevarse a la boca porque los restaurantes ya habían echado el cierre. Por cierto que, otra emprendedora que vio una oportunidad de cine fue Julia Braden, la cual, décadas más tarde, comenzaría vendiendo palomitas de maíz en un carrito que cupiera en el vestíbulo de la entrada del cine.   

Para evitar las leyes de venta ambulante y las acusaciones de competencia desleal, estos vagones comenzaron a conquistar las zonas rurales y carreteras poco transitadas. Por cierto que, algunos, todavía conservan las ruedas. Samuel Jones, un propietario de este tipo de establecimiento, fue el primero que, en 1887, incluyó los famosos taburetes. Y más datos. No es hasta 1913 cuando nos encontramos con el primer diner no rodante. La constructora de Jerry O’Mahony, en Nueva Jersey, fue la que lo planta. Hacia 1950 ya contamos con unos 6000 distribuidos por el país. Por cierto que muchos de sus propietarios fueron veteranos de la Segunda Guerra Mundial. En la actualidad quedan unos 2000, operativos o no, de los cuales, a 28 de agosto del año pasado, quinientos treinta descansan en Nueva Jersey. 

Experiencia recomendable, aunque solo sea por una vez, adentrarse en la esencia parpadeante del gran sueño americano.

jueves, 8 de agosto de 2024

Kit de inglés 397: Train wreck

Y esta semana nos vamos con otra de torceduras, pero a gran escala. Train wreck. Literalmente "tren choque" con descarrilamiento, y que podríamos traducir por fracaso o desastre

Pronunciación chocante: "tréin req". Y la buena aquí

En cuanto al origen de esta forma parece que surge hacia 1874.

Frase: 

The 3 Wildest Things Trump Said at Train-Wreck Florida Rally.

Las tres cosas más extrañas que Trump dijo en un desastroso mitin que tuvo lugar en Florida.